La Oración por los Enfermos
Lee Santiago 5:14 y 15. ¿Cuáles son los elementos esenciales que prescribe Santiago para ungir a los enfermos, y qué componentes espi rituales se encuentran en estos versículos?
El hecho de que el enfermo pida a los ancianos de la iglesia que vengan y lo unjan “con aceite en el nombre del Señor” y oren expresa el deseo espiritual de la persona y la convicción colectiva de que se necesita la intervención divina para la curación (Mar. 6:13). La referencia al perdón de los pecados muestra que Dios no restaurará físicamente, por medio de un rito, a la persona que no desee también la curación espiritual. “A quienes solicitan que se ore para que les sea devuelta la salud hay que hacerles ver que la violación de la ley de Dios, tanto la natural como la espiritual, es pecado, y que para recibir la bendición de Dios deben confesar y abandonar sus pecados” (MC 174).
El pedido de intervención divina y el llamado a los ancianos de la iglesia sugieren que la enfermedad limita los movimientos de la persona y tal vez es demasiado urgente para esperar que se realice en una reunión regular de la iglesia. Se usan aquí dos palabras griegas diferentes para el enfermo: la primera (asthenéo, en el versículo 14) también se usa para hablar de Dorcas, quien “en fermó y murió” ( Hech. 9:37); la segunda (kámno, en el versículo 15) se refiere en general a un paciente, pero también para quienes están muriendo, y en este contexto parece significar alguien que está agotado o muriendo. Puede ocurrir una curación milagrosa en respuesta a “la oración de fe”, que implica sumisión a la voluntad de Dios (1 Juan 5:14), sea que incluya la curación o no. Sin embargo, las referencias a “salvará” y “levantará” al enfermo (comparar con “salvará de muerte” en Sant. 5:20) apuntan a la resurrección como represen tando la única curación completa, “cuando esto corruptible se haya vestido de incorrupción, y esto mortal se haya vestido de inmortalidad” (1 Cor. 15:54).
Muchos de nosotros hemos conocido servicios de ungimiento, o hemos participado en ellos, en los cuales el enfermo no se sanó, sino que murió. ¿Por qué la esperanza de la resurrección, implicada en estos textos, es nuestra única certeza?