“Hay camino que al hombre le parece derecho; pero su fin es camino de muerte” Prov. 14:12

EL TEMOR DEL SABIO

lunes 2 de febrero, 2015

Lee otra vez Proverbios 14. ¿Qué dice acerca del sabio?

El sabio habla con humildad (Prov. 14:3). El sabio refrena sus labios. Su reflexión silenciosa es motivada por una falta de autosuficiencia arrogante. Para el sabio, la otra persona podría tener razón; por lo tanto, el sabio se toma el tiempo para pensar en ello y pesar la evidencia. También guarda silencio porque escucha, listo para aprender de los demás.

El sabio valora el aprendizaje y el conocimiento (Prov. 14:6, 18). Es difícil para el necio aprender porque le resulta difícil sentarse a los pies de un maestro; en contraste, es fácil para el sabio aprender por causa de su humildad. Gozará de la experiencia de aprender y de crecer. También, esta búsqueda de la sabiduría, de algo que no se tiene, es lo que lo hace sabio.

El sabio es cauto ( Prov. 14:15). El sabio sabe que el pecado y el mal existen, por lo tanto, será cuidadoso por donde camine. No confiará en sus sentimientos y opiniones personales; revisará las cosas y pedirá consejo. No obstante, siempre será cuidadoso acerca de lo que otras personas dicen de él; separará lo bueno de lo malo (1 Tes. 5:21).

El sabio es apacible y paciente ( Prov. 14:29, 33). El sabio puede quedar tranquilo porque no confía en “sus caminos” (vers. 14), sino que depende de la “rectitud” de su camino (vers. 2). Su fe en Dios le permite relajarse y ejercer control propio (Isa. 30:15). El temor de Dios le da confianza (Prov. 14:26).

El sabio es compasivo y sensible (Prov. 14:21, 31). Los dos Mandamientos: “Amarás al Señor tu Dios con todo tu corazón” y “Amarás a tu prójimo como a ti mismo” están vinculados (Mar. 12:30, 31). No podemos amar a Dios y, al mismo tiempo, tratar mal a las demás personas. La mayor expresión de nuestra fe es cómo tratamos a otros, especialmente a los que sufren necesidad.

“No comprendemos cuántos de nosotros andamos por la vista, y no por la fe. Creemos en las cosas visibles, pero no apreciamos las preciosas promesas que se nos ha dado en su Palabra” (NEV 87). ¿Qué significa andar por fe y no por vista? ¿Cómo podemos hacer eso?