“Hay camino que al hombre le parece derecho; pero su fin es camino de muerte” Prov. 14:12

“LOS OJOS DE JEHOVÁ”

martes 3 de febrero, 2015

“Los ojos de Jehová están en todo lugar, mirando a los malos y a los buenos” (Prov. 15:3). ¿Cómo te hace sentir este texto, y por qué?

El tono de Proverbios cambia en los siguientes dos capítulos. Estos son más teológicos que los anteriores, y se hacen más referencias a Dios que en ellos. También, se nos dicen cosas sorprendentes acerca de él: que sus ojos están en todo lugar ( Prov. 15:3).

Esta conciencia aguda de la presencia de Dios es precisamente lo que los antiguos israelitas llamaban “el temor de Jehová”. La misma asociación se encuentra en los Salmos: “El ojo de Jehová [está] sobre los que le temen” (Sal. 33:18). Del mismo modo, Job describe a Dios como mirando hasta los fines de la Tierra, y ve todo lo que sucede bajo los cielos (Job 28:24). Por esto, Job concluye que “el temor del Señor es la sabiduría” (Job. 28:28).

Este proverbio nos recuerda la capacidad de Dios de ver el bien y el mal, no importa dónde estemos. Como lo entendió Salomón (1 Rey. 3:9), la verdadera sabiduría es la capacidad de discernir entre lo bueno y lo malo. En el ámbito humano, esta percepción nos debe ayudar a recordar siempre que debemos hacer el bien y nunca el mal, porque Dios ve todo lo que hacemos, aun cuando nadie más lo advierta. Nos engañamos a nosotros mismos pensando que, por el momento, nos salimos con la nuestra haciendo el mal; que realmente nos escapamos con él. A la larga, nunca es así.

Por lo tanto, seamos diligentes, pues “no hay cosa creada que no sea mani fiesta en su presencia; antes bien todas las cosas están desnudas y abiertas a los ojos de aquel a quien tenemos que dar cuenta” (Heb. 4:13).

Lee Proverbios 15:3, Isaías 5:20 y Hebreos 5:14. ¿Qué mensaje vital tienen estos versículos para nosotros, especialmente en una épocas en que los mismos conceptos de “bien y de mal” a menudo están confusos? Muchos ahora afirman que el bien y el mal son relativos o, sencilla ­ mente, ideas humanas que no tienen existencia objetiva fuera de lo que digamos. ¿Qué está mal con esa idea sobre el bien y el mal, y por qué es muy peligroso sostenerlo?