"Porque nada hay imposible para Dios" Luc. 1:37

Conclusión

viernes 3 de abril, 2015

PARA ESTUDIAR Y MEDITAR:

“Lucas, autor del Evangelio que lleva su nombre, era médico misionero. En las Escrituras se lo llama ‘el médico amado’ (Col. 4:14). El apóstol Pablo oyó hablar de su pericia en la ciencia médica, y solicitó sus servicios por considerar que el Señor le había encomendado una obra especial. Se aseguró su cooperación y, por algún tiempo, Lucas acompañó al apóstol en sus viajes de lugar en lugar. Más tarde, Pablo dejó a Lucas en Filipos de Macedonia, donde, por varios años, prosiguió su trabajo como médico y maestro del evangelio. Como médico, atendía a los enfermos y luego oraba a Dios para que su poder curativo obrara en los afligidos. De esta manera, quedaba expedito el camino para el mensaje del evangelio. El éxito de Lucas como médico le daba muchas oportunidades para predicar a Cristo entre los paganos. Es el plan divino que trabajemos como trabajaron los discípulos” MC 100

PREGUNTAS PARA DIALOGAR:

  1. Si Lucas tuvo en cuenta materiales previamente publicados al escribir su Evangelio, ¿cómo hemos de entender la inspiración de las Escrituras (2 Tim. 3:16)? ¿De qué modo actúa la inspiración? Ver “La inspiración de los escritores proféticos”, Mensajes selectos, t. 1, pp. 17-26.
  2. El nacimiento virginal fue realizado por Dios, marcado por su misterio, majestad y misión. También está más allá de la comprensión humana. Pero, la pregunta es: “¿Y ahora qué?” ¿Cuántas cosas seculares hay que están más allá de la comprensión humana? Si Dios existe, y él tiene el poder de crear y sostener el universo, ¿por qué algo como el nacimiento virginal habría de estar fuera de su poder? Solo aquellos que tienen una concepción del mundo limitada únicamente a las leyes naturales (al menos, las que por ahora comprendemos) podrían, a priori, eliminar la idea del nacimiento virginal. En contraste, aquellos cuya cosmovisión incorpora lo sobrenatural no tienen, a priori, ninguna razón para rechazarlo. Después de todo, considera lo que el ángel le dijo a María después de darle tan increíble noticia: “Porque nada hay imposible para Dios” (Luc. 1:37).
  3. Se cuenta que un conocido entrevistador estadounidense dijo que, si tuviera la oportunidad, la persona a la que más le gustaría entrevistar sería Jesús, y que le haría solo una pregunta: “¿Realmente naciste de una virgen?” ¿Por qué esa pregunta, y su respuesta, son tan importantes?