“Y se admiraban de su doctrina, porque su palabra era con autoridad” Luc. 4:32
Conclusión
PARA ESTUDIAR Y MEDITAR:
“En su vida y sus lecciones, Cristo dio un ejemplo perfecto del ministerio abnegado que tiene su origen en Dios. Dios no vive para sí. Al crear el mundo y al sostener todas las cosas, está sirviendo constantemente a otros. Él ‘hace que su sol salga sobre malos y buenos, y llueva sobre justos e injustos’ (Mat. 5:45). Este ideal de ministerio fue confiado por Dios a su Hijo. Jesús fue dado para que estuviese a la cabeza de la humanidad a fin de que, por su ejemplo, pudiese enseñar lo que significa servir. Toda su vida fue regida por una ley de servicio. Sirvió y ministró a todos. Así vivió la ley de Dios y, por su ejemplo, nos mostró cómo debemos obedecerla nosotros” DTG 604
La parábola del buen samaritano “no era una escena imaginaria, sino un suceso reciente, conocido exactamente como fue presentado. El sacerdote y el levita que habían pasado de largo estaban entre la multitud que escuchaba las palabras de Cristo” ibíd., p. 462
PREGUNTAS PARA DIALOGAR:
- Repasa la pregunta importante que está al final de la sección del domingo. ¿Quién no ha oído a personas que dicen que hicieron algo porque Dios les indicó hacerlo? ¿Cuáles son las maneras en que Dios nos habla? Al mismo tiempo, ¿qué peligros están involucrados en invocar la autoridad de Dios a fin de justificar nuestras acciones?
- Vuelve a considerar los “cuatro ayes” de Lucas 6:24 al 26. ¿En qué forma hemos de entender lo que Jesús está diciendo ahí? ¿De qué nos advierte Jesús que seamos cuidadosos en esta vida?
- Piensa en todo el tema de la autoridad. ¿Qué es la autoridad? ¿Cuáles son las diferentes clases de autoridad? ¿Qué tipo de autoridad supera a las otras clases? ¿De qué modo debemos relacionarnos con los diferentes tipos de autoridad que tenemos en nuestra vida? ¿Qué ocurre cuando las autoridades que están sobre nosotros están en conflicto?