“Y cuando llegó cerca de la ciudad, al verla lloró sobre ella” Luc. 19:41
JESÚS EN JERUSALÉN
LEE PARA EL ESTUDIO DE ESTA SEMANA: Lucas 19:28-40; Zacarías 9:9; Lucas 19:45-48; Mateo 21:12-17; Lucas 20:9-26.
LA ÚLTIMA SEMANA DE LA VIDA TERRENAL de Jesús se desarrolló en Jerusalén. Fueron eventos tumultuosos: la entrada triunfal; el llanto de Jesús sobre la ciudad indiferente; la purificación del Templo; la conspiración contra Jesús; la Última Cena y la agonía en el Getsemaní; la burla del juicio; la crucifixión; y finalmente, la resurrección. Nunca antes ni después alguna ciudad ha presenciado una progresión tan crucial de la historia, que llevara el conflicto cósmico entre el bien y el mal a su culminación, aunque nadie aparte de Jesús haya comprendido el profundo significado de lo que se estaba desarrollando.
Jesús había pasado por Jerusalén varias veces en su vida. Mateo, Marcos, Lucas y Juan registran las visitas de Jesús a Jerusalén como adulto, aunque mayormente durante la Semana de la Pasión. Otras apariciones de Jesús en Jerusalén son bien conocidas –el bebé Jesús llevado al Templo (Luc. 2:22-28), la conversación en el Templo cuando tenía doce años (vers. 41-50), cuando el tentador lo llevó a Jesús al punto más alto del Templo (Luc. 4:9-13)−; no obstante, la semana final del ministerio de Jesús en Jerusalén ocupa la atención especial de los escritores de los evangelios.