“Es necesario que el Hijo del Hombre sea entregado en manos de hombres pecadores, y que sea crucificado, y resucite al tercer día” (Luc. 24:7).

CON ÉL O CONTRA ÉL

martes 23 de junio, 2015

Por todo lo que significa, la Cruz es un gran evento que dividió la historia: la división entre la fe y la incredulidad, entre la traición y la aceptación, y entre la vida y la muerte eternas. Con respecto a la Cruz, no hay terreno intermedio para ningún ser humano. Al final, estamos de un lado o del otro.

“El que no es conmigo, contra mí es; y el que conmigo no recoge, desparrama” (Mat. 12:30). Son palabras fuertes, y pueden dejarnos un poco incómodos, pero Jesús está expresando sencillamente lo que es real y lo que significa la verdad para quienes están inmersos en la gran controversia entre Cristo y Satanás. Estamos con Jesús o con Satanás.

Sí, es así de inflexible.

¿De qué modo se relacionaron con Jesús las siguientes personas? ¿Qué lecciones podemos obtener de sus ejemplos, que nos pueden ayudar en nuestra relación con Dios y en la manera en que nos relacionamos con la Cruz?

El Sanedrín (Luc. 22:53). ¿Qué equivocaciones cometieron esas personas, y por qué? ¿De qué forma podemos prevenir hacer algo similar con respecto a cómo consideraban a Jesús?

Pilato (Luc. 23:1-7, 13-25). ¿Qué llevó a Pilato a decir: “Ningún delito hallo en él” (Juan 19:4) y, al mismo tiempo, sentenciarlo a ser crucifi- cado? ¿Qué podemos aprender de su error al dejar de hacer lo que sabía que era lo correcto?

Herodes (Luc. 23:6-12). ¿Cuál fue su gran error, y qué podemos aprender de este?

Los dos ladrones (Luc. 23:39-43). Dos pecadores miran la misma cruz, y tienen dos reacciones diferentes. ¿De qué modo esta escena revela de qué lado de la gran controversia estamos con respecto a la salvación?