“He aquí mi siervo, a quien he escogido; mi Amado, en quien se agrada mi alma; pondré mi Espíritu sobre él, y a los gentiles anunciará juicio” (Mat. 12:18).

EL OFICIAL MILITAR ROMANO

lunes 17 de agosto, 2015

Lee Mateo 8:5 al 13 (ver también Luc. 7:1-10). ¿Qué nos enseña esta historia sobre el modo en que aun las más grandes divisiones culturales pueden romperse por el bien del evangelio?

En Capernaum, un oficial militar romano con grado de centurión (comandante de cien hombres) buscó a Jesús. Los judíos se sentían mal por la ocupación del ejército romano y muchos romanos odiaban a los judíos. A pesar de esta enorme división cultural y política, podemos ver la estrecha relación que había entre este romano y los judíos.

Lucas dice que el centurión fue a los “ancianos de los judíos” (Luc. 7:3) para pedirles que llamaran a Jesús. Y es interesante que ellos hicieron precisamente eso: le pidieron a Jesús que fuera a sanar al siervo del centurión. ¿Quiénes eran estos ancianos? Los textos no lo dicen, pero parece que su relación con Jesús era diferente de la de otros líderes.

Por otro lado, el centurión era obviamente un hombre de fe; sus palabras a Jesús: “solamente di la palabra, y mi criado sanará” (Mat. 8:8), son un testimonio increíble de su fe en Jesús. El centurión “no aguardó para ver si los judíos mismos recibirían a Aquel que declaraba ser su Mesías. Al resplandecer sobre él ‘la luz verdadera, que alumbra a todo hombre que viene a este mundo’ (Juan 1:9), aunque se hallaba lejos, había discernido la gloria del Hijo de Dios” (DTG 284).

El centurión comprendía y respetaba la sensibilidad religiosa judía. Sabía que, de acuerdo con la ley, un judío no podía entrar en la casa de un gentil; así que pidió que Jesús ministrara desde la distancia. El criado se sanó. La fe del centurión gentil fue recompensada. Jesús señaló que el centurión era un prototipo del gran día en que personas de todas partes del mundo se unirían a los patriarcas judíos en el banquete mesiánico.

Además de lo que nos ofrece el informe de esta curación, podemos ver que la gran división cultural no fue capaz de mantener separados a estos judíos del capitán romano. ¿Qué lecciones podemos obtener acerca del modo de aprender a trascender cualquier diferencia cultural que podamos (con limpia conciencia) a fin de alcanzar a otros?