“Santo era Israel a Jehová, primicias de sus nuevos frutos. Todos los que le devoraban eran culpables; mal venía sobre ellos, dice Jehová” (Jer. 2:3).

LA CRISIS (INTERNA Y EXTERNA)

sábado 03 octubre, 2015

LEE PARA EL ESTUDIO DE ESTA SEMANA: Jueces 2:1-5; 1 Reyes 12:26-31; 2 Crónicas 33:9, 10; Jeremías 2:1-28; 5:2, 3.

SI HAY UNA PALABRA QUE DESCRIBE la condición humana desde la Caída, es “crisis”; sacarnos de ella costó la muerte de Jesús en la cruz. La crisis debe ser sumamente mala; después de todo, considera las medidas extremas requeridas para solucionarla.

Por toda la Biblia, aparecen incidentes que suceden ante el telón de fondo de una u otra crisis. La situación en el tiempo de Jeremías y su ministerio no fueron diferentes.

El pueblo de Dios afrontaba muchos desafíos, tanto desde adentro como desde afuera. Lamentablemente, a pesar de la terrible amenaza militar de poderes extranjeros, en muchos sentidos la crisis provino desde adentro. “Adentro” significa no solo un liderazgo y un sacerdocio corruptos, lo que ya es bastante malo; “adentro” también se refiere al pueblo, cuyos corazones se habían endurecido tanto y dañado tanto por el pecado y la apostasía que rehusaban prestar atención a las advertencias que Dios les enviaba anunciándoles que podrían evitar el desastre.

El pecado ya es suficientemente malo, pero cuando uno rehúsa apartarse de él, ¡eso es crisis!

Más de ESU