“Jehová sea entre nosotros testigo de la verdad y de la lealtad, si no hiciéremos conforme a todo aquello para lo cual Jehová tu Dios te enviare a nosotros” Jeremías 42:5

ANARQUÍA POLÍTICA

domingo 13 de diciembre, 2015

Uno pensaría que, con la destrucción de la ciudad y la derrota total a manos de los babilonios, todo el pueblo habría aprendido su lección. Lamentablemente, no todos lo hicieron, y el drama no había terminado.

Lee Jeremías 40:7 al 16. ¿Qué mensaje se dio (de nuevo) al pueblo? ¿Cuál es la importancia de la palabra “remanente” usada en el versículo 11?

A pesar del mensaje de paz, y aun de la prosperidad que siguió (ver Jer. 40:12), no todos estaban contentos con la situación.

Lee Jeremías 41. ¿Qué nuevo problema afrontaría ahora el “remanente”?

Aunque no se indican las razones para el asesinato, el hecho es que fue perpetrado por alguien “de la descendencia real, y algunos príncipes del rey” (Jer. 41:1), sugiriendo que estos elitistas todavía no habían aceptado la idea de que la nación elegida necesitaba someterse al gobierno babilónico. Siendo que Gedalías había sido puesto en el trono por el rey de Babilonia (ver Jer. 40:5), estas personas podrían haberlo considerado un títere traidor desleal a la nación y que, por lo tanto, debía ser eliminado junto con su corte.

Al avanzar el capítulo, podemos ver que este remanente ahora enfrentaba una nueva amenaza: el temor a los babilonios, quienes, sin conocer los detalles de lo sucedido, procurarían vengarse por la muerte de Gedalías y de los soldados babilonios (ver Jer. 41:3).

Los pecados de Ismael y sus hombres causaron temor entre los que no tenían nada que ver con esos pecados. ¿Qué debería decirnos esto acerca de cómo, por nuestra desobediencia, podemos producir dolor y sufrimiento a otros, aun a aquellos que no tienen nada que ver con nuestros pecados?