“He aquí, yo estoy contigo, y te guardaré por dondequiera que fueres, y volveré a traerte a esta tierra; porque no te dejaré hasta que haya hecho lo que te he dicho” (Gén. 28:15).

EL DILUVIO

lunes 11 enero, 2016

Lee Génesis 6:1 al 13. ¿De qué maneras vemos expresado aquí el gran conflicto entre el bien y el mal, solo que ahora más intensamente que antes?

En el Diluvio vemos una inversión parcial de los actos especiales de la Creación; muchas de esas cosas que Dios había separado ahora se unen de nuevo. Las aguas arriba y abajo, el mar y la tierra seca, la reunión de los peces del mar, las aves del aire y todas las criaturas que se mueven sobre la tierra. La tierra parece retroceder hacia el estado de “desordenada y vacía” (Gén. 1:2).

A pesar de esta aparente victoria de las fuerzas del mal, el genio creador de Dios todavía está en operación. Él inicia una nueva creación, al separar los diferentes elementos. Primero, separa a Noé (un hombre justo y perfecto) de la gente de su tiempo, cuya maldad es grande y cuyo pensamiento es solo hacia el mal, corrompida y violenta (comparar Gén. 6:8, 9, y los vers. 5, 11-13). Dios entonces le da a Noé la tarea de construir un barco enorme. Luego separa un grupo pequeño de personas, aves y animales, y los pone en la seguridad del barco de modo que puedan sobrevivir a lo que se viene. Basada en la gracia de Dios, la vida seguirá, y surgirá un mundo nuevo de los restos del anterior. Hay una creación nueva.

Pero difícilmente es una creación perfecta. Algún tiempo después del Diluvio, al establecerse Noé y su familia nuevamente, se les recuerda la fragilidad de la bondad humana. Noé se emborracha, y ocurren cosas vergonzosas (Gén. 9:20-27). De este modo, aun uno de los héroes de la fe (ver Heb. 11:7) tuvo sus momentos malos. El Gran Conflicto continúa, no solo en una escala masiva, sino también en el corazón de las personas.

La Biblia describe el Diluvio como la exterminación de toda vida (Gén. 7:4, BJ). Una expresión similar (borrar, destruir) se usa en otras partes de la Biblia para describir las acciones del Redentor al perdonar los pecados (Isa. 25:8; 43:25; Sal. 51:1). O se borra nuestra vida, o se borran nuestros pecados. ¿Cómo nos muestra esta cruda realidad, el modo en que estos problemas son, asuntos de blanco o negro?

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