“Y se decían el uno al otro: ¿No ardía nuestro corazón en nosotros, mientras nos hablaba en el camino, y cuando nos abría las Escrituras? (Luc. 24:32).

Conclusión

viernes 19 febrero, 2016

PARA ESTUDIAR Y MEDITAR: Cuando estuvo en la carne, Jesús expulsó demonios (Luc. 6:18), dio esperanza a los desesperados (vers. 20-23), mostró a la gente cómo vivir el amor agape (vers. 27-49), sanó al siervo del centurión (Luc. 7:2-10), resucitó al hijo de la viuda (vers. 12-16), calmó una tormenta (Luc. 8:22-25), liberó al endemoniado de Gadara de sus demonios (vers. 26-39), sanó a la mujer que tuvo una hemorragia durante doce años (vers. 43- 48), resucitó a la hija de Jairo (vers. 41, 42, 49-56) y hasta resucitó a Lázaro de los muertos después de cuatro días (Juan 11:39-44). Con todo lo que hizo, y mucho más, el pueblo todavía luchaba por creer en él. “Aun los propios discípulos de Jesús fueron lentos para aprender y entender. A pesar de su amor por él y la reverencia por su carácter, su fe en que era el Hijo de Dios vaciló. La frecuente referencia de ellos a las tradiciones de los padres y su continua mala comprensión de los discursos de Cristo mostraban cuán difícil era para ellos liberarse de la superstición” (MR 18:116). La fe es un don de Dios, pero es un don que las personas pueden resistir porque, como hemos sido advertidos, Satanás es real, el Gran Conflicto es real, y el enemigo trabaja mucho para hacernos dudar y no creer. La salvación solo se encuentra por fe en lo que Cristo hizo por nosotros; Satanás lo sabe y, por eso, hará todo lo que pueda para apartarnos de esa fe. Sin embargo, siempre debemos recordar que, gracias a Dios, Jesús es infinitamente más poderoso que el diablo y, si nos aferramos a él, Satanás no puede derrotarnos.

PREGUNTAS PARA DIALOGAR:

  1. Responde esto: “Si Jesús tiene tanto poder sobre la naturaleza, ¿por qué tanta gente, aun cristiana, cae víctima de desastres naturales?”
  2. ¿Cuáles son algunas de las razones por las que tenemos fe en Jesús y en lo que la Biblia dice acerca de él? ¿Por qué es importante mantener estas razones siempre ante nosotros? A pesar de esas muchas buenas razones, ¿por qué tantas personas luchan con la fe? ¿Cuáles son las cosas que nos hacen dudar, y cuál es la mejor manera de tratar con ellas?
  3. Como vimos esta semana, Jesús eligió personas con fallas para trabajar con él. ¿Qué esperanzas te da esto, con respecto al modo en que Jesús puede usarte, a pesar de tus propias debilidades?

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