“Y cuando terminó Jesús estas palabras, la gente se admiraba de su doctrina; porque les enseñaba como quien tiene autoridad, y no como los escribas” (Mat. 7:28, 29).

RECIBIR LAS PALABRAS DEL REINO

jueves 14 abril, 2016

Jesús no solo predicó en la cumbre de un monte. Predicó el mismo mensaje del Reino por todo Israel. Mateo 13 registra que Jesús enseñó desde una barca “y toda la gente estaba en la playa” (Mat. 13:2). Jesús, entonces, les contó parábolas con la intención de que comprendieran la importancia no solo de oír su palabra, sino también de aplicarla.

Lee Mateo 13:44 al 52. ¿Qué se dice en esta parábola que es de importancia especial para nosotros, a fin de comprender cómo aplicar a nuestra vida las verdades reveladas en el Sermón del Monte?

Dos puntos se destacan en las dos primeras de estas historias. En ambas está la idea de separación, de eliminar lo que uno tiene a fin de obtener algo nuevo, sea un tesoro en un campo o una perla. El otro punto vital es el gran valor que cada hombre pone en lo que ha encontrado. En ambos casos, fueron y vendieron todo lo que poseían para obtenerlo. Aunque no podemos comprar la salvación (Isa. 55:1, 2), el punto de la parábola es claro: nada que tenemos en este reino, en este mundo, ni nada de lo que podamos tener, es digno de perdernos el otro Reino.

De este modo, para aplicar a nuestra vida lo que Dios pide de nosotros, necesitamos elegir separarnos de todas las cosas del mundo, de la carne, y permitir, en cambio, que el Espíritu de Dios nos llene (Rom. 8:5-10). Esto puede no ser fácil; requerirá de una muerte al yo y de tomar nuestra cruz. Pero, si siempre recordamos el valor y la excelencia de lo que se nos promete, tendremos toda la motivación que necesitamos para elegir y tomar las decisiones correctas.

Lee la última parábola (Mat. 13:47-50). También habla de separación. ¿De qué modo la separación que se ve en las dos primeras parábolas nos ayuda a comprender lo que sucede en la tercera?

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