“Porque, ¿qué es más fácil, decir: Los pecados te son perdonados, o decir: Levántate y anda? (Mat. 9:5).

“¡LEVÁNTATE Y ANDA!” − FE Y CURACIÓN

sábado 16 de abril, 2016

LEE PARA EL ESTUDIO DE ESTA SEMANA: Mateo 8; Levítico 13:44-50; Daniel 7:7, 8; Juan 10:10; Mateo 9:1-8; 1 Juan 1:9.

¿QUÉ ES LO QUE MÁS TEMES en la vida? Para muchos, la lista incluiría la muerte de un miembro de la familia, o aun la propia. Y, aunque la respuesta es comprensible, mira cuán centrada en la Tierra está. ¿Es eso lo que más tememos, la pérdida de la vida en la Tierra, aunque no dura mucho tiempo?

Si Dios hiciese una lista de lo que él más teme, figuraría la pérdida de la vida eterna de nuestra familia o la nuestra.

Dios se ocupa de nuestras enfermedades físicas y de la muerte, pero se interesa también en nuestras enfermedades espirituales y la muerte eterna. Aunque Jesús sanó a muchas personas y resucitó a algunas otras, eso fue solo temporario. Todas ellas murieron una muerte física con excepción de los santos que Jesús resucitó en su propia resurrección. (Ver el Comentario bíblico adventista, t. 5, p. 537; y El Deseado de todas las gentes, p. 729.)

A pesar de todo lo que realiza en nuestro favor, el plan de salvación no nos previene de las enfermedades y la muerte terrenales. Consideremos varias historias de curaciones, físicas y espirituales, y veamos qué lecciones importantes de la fe podemos derivar de ellas.