SEÑOR DE LOS GENTILES
Lee Mateo 15:29 al 39, y compara con Mateo 14:13 al 21. ¿Cuáles son las semejanzas y las diferencias entre las dos historias?
Muchas personas no se dan cuenta de que hay dos alimentaciones de multitudes en los evangelios: la primera, para los judíos; la segunda, para los gentiles. En ambos casos, Jesús tiene “compasión” de la gente.
Es asombroso, esta imagen de miles de gentiles que salen para ser enseñados, amados y alimentados por este joven rabí. Hoy, mirando hacia atrás y entendiendo la universalidad del evangelio (después de todo, la mayor parte de las personas que ahora mismo leen esto no son judías), podemos perder de vista cuán increíble e inesperado debió de haber parecido a la gente algo como esto, tanto a judíos como a gentiles. Sin duda, Jesús estaba sacando a cada uno de su zona de comodidad.
No obstante, este siempre ha sido el plan de Dios, atraer a todas las personas de la Tierra a él. Un versículo sorprendente en la Escritura hebrea testifica de esta verdad: “Hijos de Israel, ¿no me sois vosotros como hijos de etíopes [...]? ¿No hice yo subir a Israel de la tierra de Egipto, y a los filisteos de Caftor, y de Kir a los arameos?” (Amós 9:7).¿Qué está queriendo decir Dios aquí? ¿Que él está interesado en los asuntos no solo de Israel, sino también de todos los pueblos; que está interesado en los filisteos? Una lectura cuidadosa del Antiguo Testamento revela esta verdad una y otra vez, aun cuando fue oscureciéndose a través de los siglos, de modo que, cuando se formó la iglesia en tiempos del Nuevo Testamento, muchos de los primeros creyentes tuvieron que aprender esta verdad bíblica básica.
Lee Romanos 4:1 al 12. ¿De qué modo el evangelio y su universalidad son captados en estos versículos?