Conclusión
PARA ESTUDIAR Y MEDITAR: En 1959, dos maleantes entraron en un hogar en Kansas, y asesinaron a los padres y a dos adolescentes. Antes de que encontraran a los asesinos, el hermano del padre asesinado escribió esta carta al diario local.
“Hay mucho resentimiento en esta comunidad. Hasta he oído en más de una ocasión que ese hombre, cuando sea hallado, debería ser colgado del árbol más cercano. No sintamos esto. La acción está hecha, y quitar otra vida no la cambiará. En cambio, perdonémoslo, como Dios nos pide que hagamos. No está bien que mantengamos rencor en nuestros corazones. El que cometió este acto encontrará que es realmente muy difícil vivir consigo mismo. Su única paz mental la tendrá cuando vaya a Dios pidiendo perdón. No nos pongamos en el camino, sino en cambio oremos para que él encuentre esa paz”.−Truman Capote, In Cold Blood, p. 124.
Dejando de lado el tema de la pena de muerte, podemos ver aquí una poderosa expresión de la clase de gracia que Cristo nos ofrece a todos. Aun después de la inexcusable negación de Pedro, Cristo lo perdonó y le confió la obra de ganar almas. “Pedro acababa de declarar que no conocía a Jesús, pero ahora comprendía, con amargo pesar, cuán bien su Señor lo conocía a él, y cuán exactamente había discernido su corazón, cuya falsedad desconocía él mismo” (DTG 659). Él sabía lo que había en Pedro aun antes de que Pedro lo supiera; y sabía lo que Pedro haría aun antes de que Pedro lo hiciese. Y no obstante, su amor y su gracia permanecieron constantes, a pesar de que Pedro no tenía a quién echar la culpa sino a sí mismo por sus acciones. Al tratar con personas que cometen actos similares, cuán crucial es que aprendamos a extenderles la gracia así como lo desearíamos para nosotros mismos.
PREGUNTAS PARA DIALOGAR:
- “Cada historia de conversión”, escribió C. S. Lewis, “es la historia de una bendita derrota”. ¿Qué significa eso? ¿En qué forma has experimentado lo que es esa “derrota”? ¿Qué es derrotado y qué triunfa?
- En la historia de Jesús en Getsemaní, Jesús pide que la copa pase de él, pero solo “si es posible”. ¿Qué implica esto ya que, si la humanidad había de ser salva, Jesús tendría que dar su vida? ¿Por qué? ¿Por qué la muerte de Jesús, el que cargó los pecados, era absolutamente esencial? ¿Por qué no había otra manera en que Dios podía resolver el problema del pecado a la luz del Gran Conflicto?