LA CAÍDA Y SUS CONSECUENCIAS
La Biblia no dice cuánto tiempo transcurrió entre la conclusión de la Creación y la Caída. Días, semanas, años... no sabemos.
Sin embargo, lo que sí sabemos es que hubo una Caída, y que las consecuencias fueron inmediatas y visibles.
El primer resultado de que Adán y Eva comieron del fruto del árbol del conocimiento del bien y del mal fue su repentina percepción de su desnudez (Gén. 3:7). Procuraron cubrirse de la presencia de Dios. Sus mantos de luz ahora habían desaparecido (ver Patriarcas y profetas, p. 40). Su intimidad con Dios fue interrumpida por causa de su recién descubierta intimidad con el egoísmo del mal. Dios, entonces, procuró educar a la primera pareja con respecto a las consecuencias que su pecado había generado.
Lee los siguientes pasajes e identifica las consecuencias inmediatas del pecado de Adán y de Eva en cada pasaje. Además, ¿de qué modo se manifiestan hoy esas mismas consecuencias?
Gén. 3:8-10
Gén. 3:12
Gén. 3:13
Gén. 3:16
Gén. 3:17-19
No hay dudas, la Caída fue real, fue dura y tuvo consecuencias terribles para la raza. La larga y triste historia de la humanidad, hasta los eventos actuales, revela las consecuencias trágicas del pecado.
¡Cuán agradecidos podemos estar, entonces, por la promesa de que un día la tragedia del pecado acabará y nunca se repetirá!
¿En qué formas vivimos cada día con las consecuencias de nuestros propios pecados?