“¡Jerusalén, Jerusalén, que matas a los profetas y apedreas a los que te son enviados! ¡Cuántas veces quise juntar a tus hijos, como la gallina junta sus polluelos debajo de las alas, y no quisiste!” (Mat. 23:37).

LA IGLESIA CENTRADA EN OTROS

jueves 11 de agosto, 2016

“No hagan nada por egoísmo o vanidad; más bien, con humildad consideren a los demás como superiores a ustedes mismos. [...] La actitud de ustedes debe ser como la de Cristo Jesús” (Fil. 2:3-5, NVI). ¿De qué manera los principios expresados aquí deberían influir en nuestra vida y en el modo en que nos relacionamos no solo con los feligreses, sino también con la comunidad?

Cuando estuvo en la Tierra, Jesús no pensaba en sí mismo. Él trataba de hacer bien a otros. En su ministerio, él respondió las interrupciones, como cuando Jairo le pidió que fuera a su casa para sanar a su hija moribunda. En el camino fue interrumpido por una mujer que había tenido hemorragias por doce años. (Mar. 5:21-43.)

La iglesia de Cristo es su corazón y sus manos sobre la Tierra. Jesús amó a la gente, y una iglesia que realmente es de él hará lo mismo.

Las iglesias tienen agendas y metas, y eso es bueno. Un amor incondicional por los seres humanos a veces nos llevará a salir de esas agendas preconcebidas, especialmente si estas no expresan el amor de Dios a otros. Para muchas iglesias, los bautismos son importantes en la agenda, y cumplen con Mateo 28:19. Pero ¿cuál es la motivación de tu iglesia para los bautismos? ¿Que la iglesia se vea bien y consiga felicitaciones para su pastor? ¿O que la gente goce de la vida abundante que se encuentra al aceptar a Cristo (Juan 10:10) y aceptar todo lo que él ofrece?

Una iglesia tenía un comedor para pobres en una zona muy pobre de la ciudad. En determinado momento, el pastor dijo: “Tenemos que cerrar este comedor, porque no surgen de él bautismos”. Otra congregación terminó de construir un templo nuevo. Estaban muy orgullosos de él. Cuando el pastor sugirió que invitaran a la comunidad a entrar en la iglesia para eventos tales como la Escuela Cristiana de Vacaciones, o seminarios sobre salud, la primera consideración fue el temor de que la alfombra nueva se ensuciara y se gastara. Contrasta estas dos iglesias con la que se reunía en el centro juvenil mencionado en la lectura del día sábado.

Lee otra vez los versículos para hoy. ¿Cuán bien reflejan tu propia actitud hacia otros? ¿De qué modo podemos aprender a experimentar la muerte al yo que es necesaria para revelar estas características en nuestras vidas?