JESÚS LAS MINISTRABA EN SUS NECESIDADES
LEE PARA EL ESTUDIO DE ESTA SEMANA: Marcos 5:22-43; 10:46-52; Juan 5:1-9; Salmos 139:1-13; Marcos 2:1-12; Hechos 9:36-42.
EN UN PAÍS AFRICANO, una mujer adventista, jubilada, pensaba dejar de ministrar. Pero, en su comunidad el sida causaba estragos, y lo más urgente era alimentar bien a los huérfanos del sida. En 2002, ella y su iglesia comenzaron a alimentar a los niños de la comunidad con una buena comida seis días por semana. Comenzaron con 50 niños, y en 2012 estaban sirviendo a 300 niños cada día. Luego, comenzaron un curso preescolar, y ahora asisten 45 de esos niños. Otros servicios fueron distribuir ropa de ADRA, compartir verduras y maíz de una huerta que ellos mantenían, y cuidar a los enfermos. Comenzaron a ayudar a las mujeres, enseñándoles labores manuales para que pudiesen generar sus propios ingresos. Esta demostración de amor produjo una iglesia nueva. Al comienzo había 5 miembros, y para 2012 ya asistían 160 personas. Ese año, Dios proveyó los recursos a fin de construir un orfanato y un edificio nuevo para la iglesia.
Esto es un ejemplo práctico de por qué atender las necesidades de la comunidad es tan importante para los cristianos.