“Y procurad la paz de la ciudad a la cual os hice transportar, y rogad por ella a Jehová; porque en su paz tendréis vosotros paz” (Jer. 29:7).

SEMBRAR Y COSECHAR EN LAS CIUDADES

martes 13 septiembre, 2016

Lee Mateo 13:3 al 9, y 18 al 23. ¿De qué forma podemos tomar lo que enseña esta historia para ayudarnos a ministrar y testificar a nuestras comunidades, incluyendo las ciudades?

Esta parábola es, en realidad, más importante en el ministerio urbano que en áreas rurales, porque las áreas urbanas tienen una mayor variedad de “suelos”. Por eso es un desafío mayor realizar campañas evangelizadoras en las ciudades.

Las diferentes condiciones de los suelos producen diferentes resultados. Esto sugiere la necesidad de estudiar esas condiciones antes de iniciar actividades evangelizadoras. Si después de estudiar el “suelo” de la comunidad, tu iglesia descubre que tienen poco “buen suelo”, deben hacer planes para mejorar ese suelo, ablandando los caminos endurecidos, eliminando las rocas y arrancando los espinos. Para que la evangelización tenga éxito, la iglesia tiene que trabajar antes, preparando el suelo. Esto puede aumentar la efectividad de esta tarea evangelizadora.

En 1 Corintios 12, Romanos 12 y Efesios 4, las Escrituras enseñan sobre los dones espirituales. Hay multiplicidad de dones, pero una misión sola. La parábola acerca de las condiciones del suelo y la siembra de la semilla demuestra claramente la necesidad de que diferentes dones participen en alcanzar las ciudades. En las grandes ciudades, “hay que llevar a personas que posean los dones más variados”, escribió Elena de White. “Deben introducirse nuevos métodos. El pueblo de Dios debe despertar a las necesidades del tiempo en que vivimos” (Ev 56). Con percepción divina, ella vio lo que se necesita para ser efectivo en el ministerio urbano. Hoy es necesario tener una variedad amplia de enfoques y dones que trabajen dentro de una estrategia multifacética. Una sola campaña o un proyecto grande no lograrán mucho, a largo plazo. La estructura compleja de la ciudad absorbe tales programas, y en pocas semanas no queda ni rastro de ese impacto. Se necesita hacer más de antemano.

Piensa en aquellos a quienes tratas de testificar. ¿En qué clase de suelo se encuentran? ¿Qué puedes hacer para preparar mejor el suelo?

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