“En lo que requiere diligencia, no perezosos; fervientes en espíritu, sirviendo al Señor; gozosos en la esperanza; sufridos en la tribulación; constantes en la oración; compartiendo para las necesidades de los santos; practicando la hospitalidad” (Rom. 12:11-13).

¿CÓMO ESPERAREMOS?

sábado 17 septiembre, 2016

LEE PARA EL ESTUDIO DE ESTA SEMANA: Mateo 24:35-25:46; 2 Pedro 3; Santiago 2:14-16; Juan 4:35-38; 1 Corintios 3:6-8; Apocalipsis 21:1-4.

ANTES DEL TERREMOTO DE SAN FRANCISCO en 1906, las iglesias adventistas eran muy activas. Los miembros visitaban a enfermos y a menesterosos. Fundaron orfanatos y trabajaban en favor de los desempleados. Enseñaban la Biblia de casa en casa. Distribuían publicaciones cristianas y daban clases para el sano vivir. Dirigían una escuela primaria en el subsuelo de la casa de culto. Tenían un hogar para obreros, una misión médica, una tienda de alimentos saludables y un café vegetariano. Comenzaron la misión a los barcos anclados en el puerto local, y sus ministros dirigían reuniones en grandes salas de la ciudad.

Elena de White llamó a estas iglesias las dos “colmenas”, y estaba entusiasmada por su trabajo (R&H, 5 de julio de 1900). Esto es lo que debemos y podemos hacer ahora mientras esperamos la Segunda Venida. ¿Qué estamos haciendo mientras esperamos?De esa respuesta depende el destino de almas.

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