“Le dijo Jesús: Yo soy la resurrección y la vida; el que cree en mí, aunque esté muerto, vivirá” (Juan 11:25).

¿FELICES PARA SIEMPRE?

domingo 25 septiembre, 2016

A menudo, las historias para niños concluyen con la línea: “Y fueron felices”. En algunos idiomas es casi una frase gastada. La idea es que cualquiera sea el drama –el rapto de una princesa, un lobo feroz, un rey malvado–, el héroe y su flamante esposa triunfan al final.

Así termina el libro de Job, por lo menos a primera vista. Después de las pruebas y calamidades que cayeron sobre él, Job termina en lo que se podría describir como una nota relativamente positiva.

Lee Job 42:10 al 17, los versículos finales del libro. ¿Qué nos dicen acerca de la manera en que terminó Job sus días?

No hay ninguna duda: si le pides a alguien que mencione un libro de la Biblia donde, luego de que el personaje principal enfrenta dificultades, todo termina bien él, y se puede decir: “y vivieron felices”, muchos nombrarían el libro de Job.

Mira todo lo que tenía Job cuando termina la historia. Familia y amigos, que no estuvieron cerca durante las tribulaciones (con la excepción de Elifaz, Bildad, Zofar, Eliú y la esposa de Job), vinieron y lo consolaron. También fueron generosos, dándole dinero. Al terminar la historia, Job tenía el doble de lo que había tenido al comienzo en términos de riqueza material (comparar Job 42:12 con Job 1:3). Tuvo diez hijos, siete varones y tres hijas, para remplazar a los siete hijos y tres hijas que murieron (ver 1:2, 18, 19), y en toda la tierra “no había mujeres tan hermosas como las hijas de Job” (Job 42:15), lo que no se dice de las primeras. Y Job, que había estado muy seguro de su muerte, vivió otros 140 años. “Y murió Job viejo y lleno de días” (42:17). La frase “lleno de días”, en hebreo (a veces se traduce como “lleno de años”), se usa para describir los últimos días de Abraham (Gén. 25:8), de Isaac (Gén. 35:29) y de David (1 Crón. 29.28). Da la idea de alguien que está en un lugar relativamente bueno y feliz, en un evento claramente no feliz: la muerte.

A todos nos gustan las historias que terminan bien. ¿Cuáles son algunas historias con finales felices que conoces? ¿Qué lecciones puedes obtener de ellas?

Reavivados por su Palabra: Hoy, 1 Crón. 13 – Durante esta semana, PP cap. 33.

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