“Le dijo Jesús: Yo soy la resurrección y la vida; el que cree en mí, aunque esté muerto, vivirá” (Juan 11:25).

LA RESTAURACIÓN (PARCIAL)

martes 27 de septiembre, 2016

La historia de Job concluyó con una nota positiva, en contraste con las de otros personajes de la Biblia. Los eruditos bíblicos, a veces, hablan acerca de la “restauración” de Job. Y es cierto que, hasta determinado punto, muchas cosas le fueron restauradas.

Pero, si este fuera realmente el final de la historia, ¿podríamos decir, con toda justicia, que está completa? Es verdad que, después, las cosas le fueron bien a Job, mucho mejor; pero él, finalmente, tuvo que morir. Y todos sus hijos murieron, como también todos los hijos de sus hijos, y así sucesivamente. No hay dudas de que, hasta cierto punto, ellos afrontaron los mismos traumas y pruebas de la vida que nos tocan a todos; traumas y pruebas que son hechos de la vida en un mundo caído. Y hasta donde conocemos, Job nunca supo las razones detrás de las calamidades que sufrió.

Tuvo más hijos, sí, pero ¿qué pasa con la tristeza y el duelo por los que había perdido? ¿Qué sucede con las cicatrices que, sin duda, llevó por el resto de su vida? Job tuvo un final feliz, pero no es un final completamente feliz. Quedaron demasiados cabos sueltos, demasiadas preguntas sin respuesta.

La Biblia dice que “quitó Jehová la aflicción de Job” (Job 42:10), y vemos que realmente lo hizo, en especial cuando se compara el final de la historia con todo lo sucedido durante ella. Sin embargo, mucho quedó incompleto, sin respuesta, sin cumplirse.

Esto no debería sorprendernos. Después de todo, en este mundo, no importa cuál sea el “final de nuestra historia”, bueno o malo, algunas cosas siempre van a quedar incompletas, sin respuesta, sin cumplirse.

Por esto, en un sentido, la conclusión de Job podría verse como un símbolo, aunque muy débil, del verdadero fin de todo dolor y sufrimiento humanos. Prefigura la esperanza y la promesa máxima que tenemos, mediante el evangelio de Jesucristo, de una restauración plena y completa de maneras que, en comparación, harán empalidecer la restauración de Job.

Lee 1 Corintios 4:5. ¿Qué nos dice este texto acerca de cómo, por ahora, en esta vida, algunas cosas todavía quedan sin respuesta, sin cumplirse e incompletas? En cambio, ¿a qué esperanza nos señalan?

Reavivados por su Palabra: Hoy, 1 Crón. 15 – Durante esta semana, PP cap. 33.