EL REINO FINAL
Entre otras cosas, la Biblia es un libro acerca de historia, pero no es un libro de historia. Habla de sucesos pasados y los usa para presentar lecciones espirituales. Estos eventos del pasado nos enseñan verdades sobre el modo en que hemos de vivir aquí y ahora. (Ver 1 Cor. 10:11).
Así como la Biblia habla del pasado, también habla del futuro. Nos cuenta lo que ha ocurrido y lo que sucederá. Nos señala hacia el futuro, hasta el fin del tiempo. El término teológico para denominar los sucesos de los últimos días es “escatología”, que proveniente del griego y significa “último”. A veces, se usa también para incluir las creencias acerca de la muerte, el juicio, el cielo, el infierno. Además, se lo relaciona con la esperanza de una nueva existencia en un mundo nuevo.
La Biblia dice mucho acerca de los tiempos finales. Sí, el libro de Job terminó con su muerte y, si fuera el único libro que tuviéramos, podríamos creer que la historia de Job concluyó con la muerte, y eso es todo. Punto. No habría nada más que esperar porque, hasta donde podemos ver, después no hay nada más.
Sin embargo, la Biblia enseña que, al final del tiempo, se establecerá el eterno Reino de Dios, que existirá para siempre y será el Hogar eterno de los redimidos. A diferencia de los reinos terrenales que vienen y van, este será eterno.
Lee Daniel 2:44, y 7:18. ¿Hacia qué esperanza acerca del fin nos señalan estos versículos?
“El gran plan de la redención dará por resultado el completo restablecimiento del favor de Dios para el mundo. Será restaurado todo lo que se perdió a causa del pecado. No solo el hombre, sino también la tierra, serán redimidos y esta será la morada eterna de los obedientes. Durante seis mil años, Satanás luchó por mantener la posesión de la tierra. Pero, se cumplirá el propósito original de Dios al crearla. ‘Tomarán el reino los santos del Altísimo, y poseerán el reino hasta el siglo, y hasta el siglo de los siglos’ (Dan. 7:18)” (PP 355).
En realidad, el libro de Job terminó con su muerte. Las buenas nuevas para nosotros, y para Job, es que el fin del libro no es el fin de la historia. Y nuestra muerte tampoco no es el fin de la nuestra.
Reavivados por su Palabra: Hoy, 1 Crón. 16 – Durante esta semana, PP cap. 33.