Conclusión
PARA ESTUDIAR Y MEDITAR: A pesar de las terribles calamidades que cayeron sobre él, Job se mantuvo fiel y Dios le devolvió mucho de lo que había perdido. Pero, en gran parte del libro de Job, hay preguntas que siguen sin respuesta. Es cierto, Job es solo un libro de la Biblia, y edificar toda una teología sobre un libro sería equivocado. El resto de las Escrituras añaden mucho a nuestra comprensión con respecto a muchas de las preguntas difíciles tratadas en el libro de Job. Especialmente el Nuevo Testamento arroja luz sobre muchas de las cosas que no fueron plenamente comprendidas en tiempos del Antiguo Testamento. Tal vez, el mayor ejemplo sería el significado del servicio del Santuario. Aunque un fiel israelita hubiera comprendido mucho acerca del servicio de los sacrificios, solo la revelación de Jesús y su muerte en la cruz da más luz al sistema. El libro de Hebreos ayuda a iluminar el verdadero significado de todo el servicio. Y aunque hoy tenemos el privilegio de conocer la “verdad presente” (2 Ped. 1:12), y hemos recibido más luz sobre los problemas que tuvo Job, aún tenemos que aprender a vivir con preguntas no respondidas. El desarrollo de la verdad es progresivo y, a pesar de la gran luz que tenemos ahora, todavía hay mucho más que aprender. Se nos ha dicho que “la hueste de los redimidos recorrerán de un mundo a otro, y se usará mucho de su tiempo en investigar los misterios de la redención. Y a lo largo de toda la eternidad, este tema se abrirá continuamente a sus mentes” (R&H, 9 de marzo de 1886).
PREGUNTAS PARA DIALOGAR
- ¿Qué significa “revelación progresiva”? ¿Qué otros ejemplos hay del modo en que actúa esta idea? Por ejemplo, uno comienza aprendiendo los números, a contar. Después, aprendemos cómo sumar, restar, multiplicar y dividir esos números. Luego, vamos a cosas más profundas como el álgebra, la geometría y el cálculo, y todo opera con aquellos números básicos. ¿De qué manera esta analogía nos ayuda a comprender la idea de la revelación progresiva en teología?
- Lee Job 42:11. A lo largo de los siglos, los comentadores se preguntaron dónde estuvieron los parientes y los amigos de Job durante la época de su mayor necesidad. Ellos vinieron después de que su fortuna hubo cambiado, cuando las cosas le iban mucho mejor. ¿Qué tiene de malo este cuadro?
- ¿Cuántos finales tristes conoces ahora, y qué esperanza te da la Cruz de que estos no son el final de esas historias?
Reavivados por su Palabra: Hoy, 1 Crón. 18 – Durante esta semana, PP cap. 33.