“También les dijo: El día de reposo fue hecho por causa del hombre, y no el hombre por causa del día de reposo. Por tanto, el Hijo del Hombre es Señor aun del día de reposo” (Mar. 2:27, 28).
UN TIEMPO PARA LA COMUNIDAD
Jesús les dio el ejemplo a sus discípulos al asistir semanalmente a la sinagoga. Después de la resurrección, ellos continuaron con esta modalidad, al igual que los demás seguidores de Jesús. La sinagoga se convirtió en uno de los principales lugares para que los apóstoles hicieran preguntas relacionadas con la resurrección, y el sábado brindaba una oportunidad clave para que la comunidad se reuniera y aprendiera. Ciertamente, Jesús era el Mesías hebreo, el Mesías predicho en el Antiguo Testamento, del que leían en la sinagoga cada sábado. ¿Qué mejor lugar para que los creyentes promovieran a Jesús que en la sinagoga, especialmente cuando testificaban ante los judíos y otros que temían a Dios (Hech. 13:16, 26)?
Observa los siguientes pasajes. ¿Qué nos dicen sobre los seguidores de Jesús como testigos en ámbitos públicos? Mientras lees estos textos, piensa en dónde estaban hablando, con quiénes hablaban, qué se dijo y cuáles fueron los resultados. Hechos 13:14–45; 16:13, 14; 17:1–5; 18:4.
El testimonio de los apóstoles se basaba en la experiencia personal y en las Escrituras. Pablo se explayó en la historia de Israel, comenzando con “nuestros padres” (Hech. 13:17) en Egipto, y siguió su historia desde el establecimiento en la Tierra Prometida hasta los jueces, los reyes y David, y de allí hizo una transición perfecta hasta Jesús.
Pablo y otros también mostraron que su experiencia personal y su interpretación tenían sentido dentro del contexto de las Escrituras. Presentaron información, debatieron y discutieron. La combinación del testimonio personal y bíblico impartidos mediante la predicación, la enseñanza y el debate era muy poderosa. Como muestran los pasajes de la Biblia, algunos de los dirigentes religiosos tenían envidia de la autoridad de los apóstoles y del poder resultante que tenían sobre la gente, tanto judíos como gentiles.
La Iglesia Adventista del Séptimo Día también tiene una larga historia de propiciar el testimonio y la exposición de las Escrituras mediante la predicación y la enseñanza. La combinación de la Escuela Sabática con el culto de adoración (predicación) y otras reuniones sabáticas (reuniones de jóvenes, por ejemplo) brinda una sólida base educativa formal para la adoración adventista del séptimo día. Si bien esto debe complementarse con otras experiencias de aprendizaje, es esencial para la experiencia educativa del sábado.