“Si vosotros no creyereis, de cierto no permaneceréis” (Isa. 7:9).
INTENTO DE INTERCEPCIÓN (ISA. 7:3–9)
Mientras Acaz sopesaba sus opciones políticas para enfrentar la amenaza de Israel y Siria, Dios sabía algunas cosas que el rey no sabía. Por un lado, fue Dios quien permitió que le sobrevinieran problemas para disciplinarlo y hacerlo volver en sí (2 Crón. 28:5, 19). Además, aunque pedir ayuda a Tiglat-pileser parecía lógico y atractivo desde el punto de vista humano, Dios sabía que pondría el reino davídico de Judá bajo un dominio extranjero.
Los riesgos eran asombrosamente altos. Entonces, el Señor envió a Isaías a interceptar al rey (aparentemente, cuando estaba inspeccionando el suministro de agua de Jerusalén en preparación para un asedio) con la intención de persuadirlo de que no consultara al líder asirio.
¿Por qué dijo el Señor a Isaías que llevara a su hijo, Sear-jasub, con él (Isa. 7:3)?
Acaz se sorprendió cuando Isaías lo saludó y le presentó a su hijo, llamado “Un remanente volverá”. ¿Remanente de quién? ¿Volverá de qué? Debido a que el padre del niño era profeta, el nombre sonaba como un mensaje ominoso de Dios acerca de gente que era llevada en cautiverio. ¿O se trataba de volver a Dios en el sentido de arrepentirse (el verbo “volver” también conlleva el significado de arrepentimiento)? El mensaje de Dios a Acaz era: ¡Significa lo que tú hagas que signifique! Arrepiéntete de tus pecados o irás en cautiverio, y del cautiverio regresará un remanente. ¡La decisión es tuya!
El mensaje de Dios ¿cómo abordó la situación del rey? Isaías 7:4–9.
La amenaza de Siria e Israel pasaría, y Judá se salvaría. A la vista de Dios, las potencias que a Acaz le parecían enormes volcanes humeantes eran solo “dos cabos de tizón que humean” (Isa. 7:4). No era necesario que Acaz pidiera ayuda a Asiria.
Pero, para tomar la decisión correcta, Acaz necesitaba confiar en el Señor y en sus promesas. Necesitaba creer para poder permanecer (Isa. 7:9). Las palabras “creer” y “permanecer” provienen de la misma raíz hebrea, de donde también proviene la palabra “verdad” (lo que es confiable) y la palabra Amén (afirmar lo que es verdadero/confiable). Acaz necesitaba estar seguro para asegurarse; necesitaba confiar para ser confiable.
Presta atención a la última parte de Isaías 7:9. ¿Por qué tener fe y creer son tan importantes para “permanecer”? ¿Permanecer en qué?