“He aquí, éste es nuestro Dios, le hemos esperado, y nos salvará; éste es Jehová a quien hemos esperado, nos gozaremos y nos alegraremos en su salvación” (Isa. 25:9).

PARA ESTUDIAR Y MEDITAR:

viernes 05 febrero, 2021

“Surgirá la pregunta: ¿Cómo es? ¿Es mediante condiciones que recibimos la salvación? Nunca mediante condiciones es que acudimos a Cristo. Y si acudimos a Cristo, entonces ¿cuál es la condición? La condición es que al vivir la fe nos aferremos total y completamente a los méritos de la sangre de un Salvador crucificado y resucitado. Al hacer eso, entonces hacemos las obras de justicia. Pero, cuando Dios llama al pecador de nuestro mundo, y lo invita, no hay ninguna condición allí; él llama mediante la invitación de Cristo, y no es: ‘Ahora tienes que responder para venir a Dios’. El pecador viene, y al venir y ver a Cristo sobre esa cruz del Calvario, cosa que Dios impresiona en su mente, hay un amor que sobrepasa todo lo imaginable” ( MR 6:32).

PREGUNTAS PARA DIALOGAR:

  1. Analiza la cita anterior de Elena de White; léela en el contexto del estudio del miércoles. ¿Qué nos está diciendo allí? Observa en su declaración los dos elementos de la experiencia cristiana: fe y luego obras. ¿Qué diferencia marca ella entre las dos?

  2. ¿Por qué el orgullo y la arrogancia son pecados tan peligrosos? ¿Por qué son tan difíciles de erradicar? ¿Será porque, por su propia naturaleza, impiden que la gente perciba la necesidad de erradicarlos? Después de todo, si eres orgulloso, crees que estás haciendo las cosas bien, y si crees que estás haciendo las cosas bien, ¿por qué molestarte en cambiar? Meditar sobre la Cruz y lo que esta representa (el único medio para salvar a cualquier persona). ¿En qué medida puede ser una cura poderosa para el orgullo y la arrogancia de una persona?

  3. Isaías ¿ve esperanza para gente de otras naciones? Ver, por ejemplo, Isaías 25:3 y 6; y 26:9 (comparar con Apoc. 19:9).

Resumen: Isaías vio que, después de Asiria, Babilonia conquistaría Judá. Pero también vio que, a pesar de que los gobernadores sobrehumanos de las tinieblas de este mundo (Efe. 6:12) obraban mediante los enemigos humanos de Dios y presumían de ser Dios, el Señor prevalecería decisivamente y traería paz eterna a nuestro planeta en problemas.

Más de ESU