“Mas él herido fue por nuestras rebeliones, molido por nuestros pecados; el castigo de nuestra paz fue sobre él, y por su llaga fuimos nosotros curados” (Isa. 53:5).
LOGRAR LO IMPENSABLE
LEE PARA EL ESTUDIO DE ESTA SEMANA: Isaías 50:4–10; 52:13–53:12; 53:3–9; 53:10–12.
Lough Fook, un cristiano chino, tuvo compasión de sus compatriotas que se habían vuelto esclavos en las minas africanas. Quería darles la esperanza del evangelio, pero ¿cómo podría tener acceso a ellos? Su solución fue venderse por un período de cinco años como esclavo. Fue transportado a Demerara, donde trabajó en las minas y les habló a sus compañeros de trabajo acerca de Jesús.
Lough Fook murió, pero no antes de que doscientas personas fueran liberadas de la desesperanza al aceptar a Jesús como su Salvador.
¡Qué increíble sacrificio personal por el bien de los demás! ¡Qué ejemplo! Al hacer lo impensable, es decir, humildemente “toma[r] forma de siervo”
(Fil. 2:7), Jesús también logró lo inalcanzable: a ti, a mí y a todo el mundo sumido y perdido en el abismo del pecado.
Esta semana veremos este increíble acontecimiento profetizado cientos de años antes de que ocurriera.