“Y si dieres tu pan al hambriento, y saciares al alma afligida, en las tinieblas nacerá tu luz, y tu oscuridad será como el mediodía” (Isa. 58:10).

¿COMPRAR ALGO GRATIS? (ISA. 55:1–7)

domingo 07 marzo, 2021

Lee este versículo: “A todos los sedientos: Venid a las aguas; y los que no tienen dinero, venid, comprad y comed” (Isa. 55:1). ¿Qué contradicción ves aquí?

Supongamos que llevas comida y te paras en la calle de una gran ciudad, y anuncias a los hambrientos y sin techo: “¡Vengan a comprar y a comer los que no tengan dinero!” (Isa. 55:1, NVI). Pero ¿cómo pueden comprar si no tienen dinero?

Sin embargo, si agregas las palabras, como lo hizo Isaías: “sin dinero y sin precio” (Isa. 55:1), la cuestión se aclara. Isaías hace un llamado a los que acepten el perdón (Isa. 55:7) libremente. Sin embargo, la palabra comprar enfatiza que lo que Dios les ofrece a las personas para satisfacer sus necesidades y deseos es valioso; en consecuencia, recibirlo requiere una transacción (transferencia de algo de valor). Dios ofrece libremente el perdón en el marco de una relación de pacto restaurada con su pueblo, pero no porque fuera gratis para él: lo compró a un precio espantoso y con sangre de su propio Siervo divino. Aunque es gratuito, el precio que él pagó fue asombroso.

¿Cuál fue el precio de nuestra salvación? Ver 1 Pedro 1:18 y 19.

El abordaje que hace Isaías de la salvación ¿cómo se compara con el del Nuevo Testamento? Efesios 2:8, 9.

Isaías encapsula el evangelio en el Antiguo Testamento, y es lo mismo que el evangelio en el Nuevo Testamento. Ninguna salvación por obras del “antiguo pacto” habría de ser reemplazada por la salvación por gracia del “nuevo pacto”. Desde que Dios les hizo la promesa de un Libertador a Adán y a Eva (Gén. 3:15), solo ha habido un camino a la salvación: por gracia, mediante la fe (Efe. 2:8); “El regalo que Dios da es la vida eterna por medio de Cristo Jesús nuestro Señor” (Rom. 6:23, NTV).

La salvación es gratuita porque no hay nada que podamos hacer para obtenerla. Nuestras obras nunca pueden ser lo suficientemente buenas como para salvarnos. Sin embargo, al mismo tiempo, nos puede costar todo. ¿Qué significa eso? Ver, por ejemplo, Mateo 10:39; Lucas 9:23; 14:26; Filipenses 3:8.

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