“Y si dieres tu pan al hambriento, y saciares al alma afligida, en las tinieblas nacerá tu luz, y tu oscuridad será como el mediodía” (Isa. 58:10).

ALTOS PENSAMIENTOS Y CAMINOS (ISA. 55:6–13)

lunes 08 marzo, 2021

¿Por qué dice Dios que sus pensamientos y sus caminos son más altos que los nuestros, “como son más altos los cielos que la tierra” (Isa. 55:8, 9)? ¿Qué crees que significa eso?

Indudablemente, el Dios que creó un universo en el que incluso algunas de las cosas más simples contienen misterios que nuestra mente no puede siquiera empezar a entender es un Dios cuyos caminos están más allá de lo que podemos comenzar a percibir plenamente. En consecuencia, este conocimiento de su superioridad infinita debería ayudarnos a recibir humildemente su ayuda (ver Isa. 57:15).

Lee Isaías 55:6 al 9. ¿Cuál es el contexto en el que el Señor habla acerca de que sus caminos y sus pensamientos son más altos de lo que podemos imaginar? ¿Qué dice que hace que sea tan difícil de entender para nosotros?

De todos los grandes misterios del Universo, sin duda el más grande de todos es el plan de salvación, un misterio que apenas podemos comenzar a entender (ver Efe. 6:19). El hecho de que el Creador del Universo se rebajara al revestirse de humanidad y llevar una vida de sufrimiento y trabajo duro, solo para morir en nuestro favor como sacrificio por el pecado, y todo, para poder perdonarnos y mostrarnos misericordia, es una verdad que conmoverá el corazón de los seres creados de Dios por toda la eternidad.

“El tema de la redención es uno en el que ‘anhelan mirar los ángeles’. Será la ciencia y canción de los redimidos por los siglos sin fin de la eternidad. ¿Acaso no merece ser estudiado y meditado cuidadosamente ahora?” ( VAAn 303, 304).

“El tema es inagotable. El estudio de la encarnación de Cristo, su sacrificio expiatorio y su obra de mediación embargarán la mente del estudiante diligente mientras dure el tiempo; y mirando al cielo con sus innumerables años, exclamará: ‘Grande es el misterio de la piedad’ ” ( PVGM 103).

Considera las cosas malas que has hecho: las personas a las que has lastimado, las palabras desagradables que pronunciaste, la manera en que decepcionaste a los demás, por no decir a ti mismo. Y, sin embargo, Jesús puede perdonarte todas estas cosas y en este momento tú puedes presentarte ante la vista de Dios como perfecto y justo. Si eso no es un misterio, ¿qué es?

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