“Y si dieres tu pan al hambriento, y saciares al alma afligida, en las tinieblas nacerá tu luz, y tu oscuridad será como el mediodía” (Isa. 58:10).

AMIGOS DE AYUNO (ISA. 58:1–8)

martes 09 marzo, 2021

¿A qué se refiere el “ayuno” en Isaías 58:3?

Este debe ser el ayuno del Día de la Expiación, el único ayuno ordenado por Dios (Lev. 16:29, 31; 23:27–32). Esto se confirma en Isaías 58:3 por la expresión paralela “humillamos”, que sigue la terminología de Levítico. Humillarse/afligirse se refería a varias formas de abnegación, incluido el ayuno (comparar con Sal. 35:13; Dan. 10:2, 3, 12).

El contexto del Día de la Expiación explica el mandato de Dios: “Alza tu voz como trompeta” (Isa. 58:1). Este tipo de trompeta de cuerno de carnero, llamado shofar, debía hacerse sonar como recordatorio diez días antes del Día de la Expiación (Lev. 23:24). Además, cada cincuenta años, en el Día de la Expiación, era para anunciar el comienzo del año del Jubileo (Lev. 25:9, 10; comparar con Isa. 27:13).

Lee Isaías 58:3 al 7. ¿Qué queja les presenta el Señor? ¿Qué tenía de malo su “ayuno”?

Parece que el pueblo esperaba que el Señor lo felicitara por su “piedad”. Por supuesto, hacían todo al revés. Practicar la abnegación en el Día de la Expiación era expresar su gratitud y su lealtad hacia Dios el día en que el sumo sacerdote acudía a Dios para purificar el Santuario y así limpiarlos de los pecados por los que ya habían sido perdonados (Lev. 16; comparar con el cap. 4). Sus actos debían haberse realizado en agradecimiento y gratitud al Dios que los salvó en el Día del Juicio, no para obtener la aprobación de Dios por su “piedad” y “devoción”. Al fin y al cabo, eran los pecados del pueblo los que habían contaminado el Santuario de Dios. Había que purificarlo con sangre derramada por lo que ellos habían hecho.

Una de las lecciones concluyentes que extraemos de estos pasajes apunta a la diferencia entre ser simplemente religioso y ser un verdadero seguidor de Cristo. ¿Qué diferencia encontramos aquí? ¿En qué medida nosotros, individualmente, afrontamos este mismo peligro, que es creer que nuestros rituales religiosos de alguna manera muestran que realmente estamos siguiendo al Señor como él nos lo pide?

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