“Y estableceré mi pacto entre mí y ti, y tu descendencia después de ti en sus generaciones, por pacto perpetuo, para ser tu Dios, y el de tu descendencia después de ti” (Gén. 17:7).

YAHVÉH Y EL PACTO CON ABRAHAM

domingo 18 abril, 2021

“Y le dijo: Yo soy Jehová, que te saqué de Ur de los caldeos, para darte a heredar esta tierra” (Gén. 15:7).

A veces, los nombres pueden ser como marcas registradas. Las relacionamos tan estrechamente en nuestra mente con ciertas características que, cuando escuchamos el nombre, inmediatamente recordamos estos rasgos. ¿Qué rasgos se te vienen a la mente, por ejemplo, cuando piensas en estos nombres?: Albert Einstein, Martin Luther King (h), Gandhi, Dorcas. Cada uno se relaciona con determinadas características e ideales.

Durante los tiempos bíblicos, la gente del Cercano Oriente atribuía gran importancia al significado de los nombres. “Los hebreos siempre pensaban que un nombre indicaba las características personales del nombrado, o los pensamientos y las emociones del que le dio el nombre, o circunstancias que rodeaban la ocasión cuando fue dado el nombre” ( CBA 1:534, 535).

La primera vez que Dios entabló una relación de pacto con Abram, se dio a conocer al patriarca bajo el nombre de YHWH (transcrito como Jehová en la RVR [Gén. 15:7] y Yahvéh en la BJ). Por lo tanto, Génesis 15:7 dice literalmente: “Yo soy YHWH, que te saqué de...”

El nombre YHWH, aunque aparece 6.828 veces en el Antiguo Testamento, está un tanto envuelto en misterio. Al parecer, es una forma del verbo hayah, “ser”, en cuyo caso significaría, “el Eterno”, “el Existente”, “el Autoexistente”, “el Autosuficiente”, o “el que vive eternamente”. Los atributos divinos que parecen enfatizarse con este título son los de la autoexistencia y la fidelidad. Señalan al Señor como el Dios vivo, la Fuente de la vida, en contraste con los dioses de los paganos, que no existían más allá de la imaginación de sus adoradores.

Dios mismo explica el significado de Yahvéh en Éxodo 3:14: “YO SOY EL QUE SOY”. Este significado expresa la realidad de la existencia incondicionada de Dios; mientras también sugiere su dominio sobre el pasado, el presente y el futuro.

Yahvéh es además el nombre personal de Dios. La identificación de Yahvéh como aquel que sacó a Abram de Ur se refiere al anuncio del pacto de Dios con él en Génesis 12:1 al 3. Dios quiere que Abram conozca su nombre, porque ese nombre revela aspectos de su identidad, su naturaleza personal y su carácter, y de este conocimiento podemos aprender a confiar en sus promesas (Sal. 9:10; 91:14).

Cuando piensas o escuchas el nombre Yahvéh, ¿qué rasgos o características vienen a tu mente automáticamente? ¿El amor, la bondad y el cuidado o el miedo, el rigor y la disciplina? ¿Qué pensamientos despiertan automáticamente cuando piensas en el nombre de Jesús?

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