“Y que por la ley ninguno se justifica para con Dios, es evidente, porque: El justo por la fe vivirá” (Gál. 3:11).

REFLEXIONES DEL CALVARIO

domingo 13 de junio, 2021

El camino de la salvación del Antiguo Testamento bajo el pacto mosaico no es diferente del camino de la salvación del Nuevo Testamento bajo el Nuevo Pacto. Tanto en el Antiguo Testamento como en el Nuevo Testamento, en el Antiguo Pacto como en el Nuevo Pacto, la salvación es solo por fe. Si fuera por cualquier otra cosa, como las obras, la salvación sería algo que el Creador estaría “obligado” a darnos. Solo quienes no entienden la gravedad del pecado pueden creer que Dios tiene la obligación de salvarnos.

“Cuando los hombres y las mujeres puedan comprender plenamente la magnitud del gran sacrificio que fue hecho por la Majestad del cielo al morir en lugar del hombre, entonces será magnificado el Plan de Salvación, y al reflexionar en el Calvario se despertarán emociones tiernas, sagradas y vivas en el corazón del cristiano; vibrarán en su corazón y en sus labios alabanzas a Dios y al Cordero. El orgullo y la estima propia no pueden florecer en los corazones que mantienen frescos los recuerdos de las escenas del Calvario. [...] Todas las riquezas del mundo no tienen suficiente valor para redimir a un alma que perece. ¿Quién puede medir el amor que sintió Cristo por el mundo perdido, mientras pendía de la Cruz sufriendo por los pecados de los hombres culpables? Este incomprensible amor de Dios fue inconmensurable, infinito.

“Cristo demostró que su amor era más fuerte que la muerte. Estaba cumpliendo la salvación del hombre; y aunque sostenía el más espantoso conflicto con las potestades de las tinieblas, en medio de todo ello su amor se intensificaba. Soportó que se ocultase el rostro de su Padre, hasta sentirse inducido a exclamar con amargura en el alma: ‘Dios mío, Dios mío, ¿por qué me has desamparado?’ Su brazo trajo salvación. Pagó el precio para comprar la redención del hombre cuando, en la última lucha de su alma, expresó las palabras bienaventuradas que parecieron repercutir por toda la Creación: ‘Consumado es’. [...]

“Las escenas del Calvario despiertan la más profunda emoción. Tendrás disculpa si manifiestas entusiasmo por este tema. Que Cristo, tan excelso e inocente, hubiese de sufrir una muerte tan dolorosa y soportar el peso de los pecados del mundo, es algo que nuestros pensamientos e imaginaciones no podrán nunca comprender plenamente. No podemos medir la longitud, anchura, altura y profundidad de un amor tan asombroso. La contemplación de las profundidades inconmensurables del amor del Salvador deberían llenar la mente, conmover y enternecer el alma, refinar y elevar los afectos, y transformar completamente todo el carácter” (TI 2:191, 192).

Medita con oración sobre lo que Elena de White escribió aquí. Lee Gálatas 6:14 teniendo en mente estas líneas, y luego pregúntate: ¿De qué manera puedo gloriarme en la Cruz de Cristo?