“Y que por la ley ninguno se justifica para con Dios, es evidente, porque: El justo por la fe vivirá” (Gál. 3:11).
PARA ESTUDIAR Y MEDITAR:
“La única forma en que [el pecador] puede obtener la justicia es mediante la fe. Por fe puede presentar a Dios los méritos de Cristo, y el Señor coloca la obediencia de su Hijo en la cuenta del pecador. La justicia de Cristo es aceptada en lugar del fracaso del hombre, y Dios recibe, perdona y justifica al alma creyente y arrepentida, la trata como si fuera justa, y la ama como ama a su Hijo. De esta manera, la fe es imputada a justicia” (MS 1:442).
“Cuando por el arrepentimiento y la fe aceptamos a Cristo como nuestro Salvador, el Señor perdona nuestros pecados y nos libra de la penalidad prescrita para la transgresión de la Ley. El pecador aparece delante de Dios como una persona justa; goza del favor del Cielo, y por medio del Espíritu tiene comunión con el Padre y con el Hijo.
“Luego hay aún otra obra que debe ser hecha, y esta es de naturaleza progresiva. El alma debe ser santificada por la verdad. Y esto también se logra por fe, pues es solamente por la gracia de Cristo, la cual recibimos por la fe, como el carácter puede ser transformado” (MS 3:225).
PREGUNTAS PARA DIALOGAR:
- ¿Qué distinción se hace entre una fe viva y una fe muerta? (Sant. 2:17, 18). ¿Cómo describe Pablo una fe viva? (Rom. 16:26). ¿Cuál es la palabra clave que ayuda a revelar lo que implica la fe?
- ¿Cómo respondes al argumento (que tiene cierta coherencia lógica) de que si somos salvos solo por una justicia acreditada, no por una justicia que exista dentro de nosotros, entonces no importa lo que hagamos o cómo actuemos?
- “Nuestra aceptación por parte de Dios es segura solamente por medio de su amado Hijo, y las buenas obras son únicamente el resultado de la obra de su amor perdonador. Las obras no son ningún crédito para nosotros, y no se nos concede nada debido a nuestras buenas obras por lo cual podamos reclamar una parte en la salvación de nuestras almas. [...] [El creyente] no puede presentar sus buenas obras como un mérito para la salvación de su alma” (MS 3:234). Plantéate la siguiente pregunta, teniendo presente esta declaración de Elena de White: ¿Por qué, entonces, las buenas obras son una parte vital de la experiencia cristiana?
Resumen: Antiguo Pacto, Nuevo Pacto: Jesús pagó la deuda que requería la Ley, para que podamos ser justos a la vista de Dios.