“Anhela mi alma y aun ardientemente desea los atrios de Jehová; mi corazón y mi carne cantan al Dios vivo” (Sal. 84:2).

ANDAR CON EL TANQUE VACÍO

lunes 28 de junio, 2021

La falta de sueño y el agotamiento por sobreesfuerzo físico son problemas reales. Sin embargo, lo más preocupante es cuando sentimos que andamos con el “tanque emocional vacío”. Y, por supuesto, cuando la falta de sueño se suma a las pruebas emocionales podemos desanimarnos terriblemente.

Baruc, el escriba de Jeremías, debió haberse sentido así a menudo durante los últimos años turbulentos de Jerusalén, antes del caos, el sufrimiento y los estragos que seguirían a la destrucción de la ciudad por parte de los babilonios.

Lee Jeremías 45:1 al 5. Escribe un diagnóstico rápido de la salud emocional de Baruc.

¿Puedes imaginarte cómo te sentirías si Dios te enviara un mensaje personalizado? Baruc recibió un mensaje directamente desde el Trono de Dios (Jer. 45:2). Se nos dice que esto sucedió “en el año cuarto de Joacim hijo de Josías rey de Judá”, alrededor de 605 o 604 a.C. Jeremías 45:3 constituye un buen resumen de cómo se siente la gente cuando se queda sin nada.

Por todo lo que leemos en las Escrituras sobre este período, es evidente que las quejas de Baruc no eran lamentos superficiales. Tenía buenas razones para sentirse desanimado y emocionalmente agotado. Estaban ocurriendo muchas cosas malas, y vendrían más.

¿Cómo responde Dios a los dolores y las molestias de Baruc? Lee Jeremías 45:4 y 5.

La respuesta de Dios al dolor real de Baruc nos recuerda el hecho de que la desesperación y el dolor de Dios debieron haber sido exponencialmente mucho más grandes que los de Baruc. Él había construido Jerusalén; estaba a punto de destruirla. Había plantado a Israel como una viña (Isa. 5:1-7); estaba a punto de arrancarla y llevarla al exilio. Esto no era lo que el Señor hubiese querido para su pueblo, pero tenía que suceder debido a su rebelión contra él.

Pero, había luz al final del túnel de Baruc. Dios preservaría la vida de Baruc, incluso en medio de la destrucción, el exilio y la pérdida.

Vuelve a leer las palabras de Dios dirigidas a Baruc. ¿Qué mensaje general podemos extraer para nosotros? Es decir, ¿qué dicen acerca de que Dios finalmente está allí para nosotros, sin importar nuestra situación?