“Anhela mi alma y aun ardientemente desea los atrios de Jehová; mi corazón y mi carne cantan al Dios vivo” (Sal. 84:2).
CÓMO DEFINE EL DESCANSO EL ANTIGUO TESTAMENTO
Aunque Dios nos creó para la actividad, esa actividad debe estar equilibrada por el descanso.
El Antiguo Testamento en hebreo, por ejemplo, incluye una serie de términos que denotan reposo. La descripción del reposo de Dios en el séptimo día recién creado, en Génesis 2:2 y 3, utiliza el verbo shabat: “cesar la obra, descansar, tomar vacaciones”, que es la forma verbal del sustantivo “sábado”. El mismo verbo se utiliza en Éxodo 5:5 en una forma causativa y se traduce como “hacer descansar a alguien” de su trabajo.
La referencia a la actividad de reposo de Dios en el séptimo día del cuarto Mandamiento se expresa mediante la forma verbal hebrea nuakh (Éxo. 20:11; Deut. 5:14). El verbo se traduce como “descanso” en Job 3:13 o, más figuradamente, “detenerse”, haciendo referencia al Arca del Pacto en Números 10:36. Segundo de Reyes 2:15 señala que el espíritu de Elías “reposó” sobre Eliseo.
Otra forma verbal importante es shaqat: “estar quieto, otorgar alivio, estar tranquilo”. Se utiliza en Josué 11:23, donde se describe cómo la tierra descansa de la guerra después de la conquista inicial de Josué. El término a menudo parece indicar “paz” en los libros de Josué y Jueces.
El verbo raga‘ también se usa para indicar descanso. En las advertencias contra la desobediencia en Deuteronomio, Dios dice a Israel que no encontrará descanso en el exilio (Deut. 28:65). El mismo verbo aparece también en forma causativa en Jeremías 50:34, al describir la incapacidad de brindar descanso.
Lee Deuteronomio 31:16 y 2 Samuel 7:12. ¿De qué tipo de descanso se habla aquí?
Ambos versículos utilizan una expresión idiomática del verbo shakab, que literalmente significa “acostarse, dormir”. En el pacto de Dios con David, Dios promete al futuro rey de Israel que, “cuando tus días sean cumplidos, y duermas con tus padres, yo levantaré después de ti a uno de tu linaje” (2 Sam. 7:12).
Esta larga (aunque incompleta) lista de diferentes verbos en hebreo que denotan descanso nos ayuda a entender que el concepto teológico de reposo no está ligado a una o dos palabras en particular. Nosotros descansamos en forma individual y colectiva. El descanso nos afecta física, social y emocionalmente, y no se limita al sábado solamente.
La muerte es sin duda una enemiga, y algún día será abolida. Y, por más que lloremos y extrañemos a nuestros muertos, ¿por qué es reconfortante saber que, al menos por ahora, ellos descansan?