“Ahora, pues, no os entristezcáis, ni os pese de haberme vendido acá; porque para preservación de vida me envió Dios delante de vosotros” (Gén. 45:5).
PREPARACIÓN DEL TERRENO
José perdonó a sus hermanos. No sabemos exactamente cuándo los perdonó, pero obviamente pasó mucho tiempo antes de que aparecieran. José probablemente nunca habría prosperado en Egipto si no los hubiera perdonado, porque lo más probable era que la ira y la amargura hubiesen devorado su alma y perjudicado su relación con el Señor.
Varios estudios de sobrevivientes de tragedias que otros les infligieron resaltan el hecho de que, para las víctimas de los sufrimientos más espantosos, el perdón fue un factor clave para encontrar sanidad y recomponer su vida nuevamente. Sin perdón, continuamos siendo víctimas. El perdón tiene más que ver con nosotros mismos que con las personas que nos hayan hecho daño.
Si bien José perdonó a sus hermanos, no está dispuesto a retomar las relaciones familiares en el punto donde él las dejó; es decir, en el pozo seco de Dotán. Tiene que averiguar si cambió algo.
¿Qué escucha José? Lee Génesis 42:21 al 24. ¿Qué descubre de sus hermanos?
Toda la comunicación se ha venido realizando mediante un intérprete, por lo que los hermanos de José no saben que él entiende lo que ellos dicen. José escucha la confesión de sus hermanos. Los hermanos habían pensado que, al deshacerse de José, este ya no los delataría con su padre. Creyeron que ya no tendrían que soportar sus sueños ni ver cómo se deleitaba en su papel de favorito de su padre. Pero, en lugar de hallar descanso, todos estos años se han visto acosados por una conciencia culpable. Su accionar había provocado inquietud y un temor paralizador en cuanto a la retribución de Dios. José realmente siente pena por el sufrimiento de ellos. Llora por ellos.
José sabe que la hambruna aún durará varios años, por lo que insiste en que traigan a Benjamín con ellos la próxima vez que fueran a comprar grano (Gén. 42:20). También retiene a Simeón como rehén (42:24).
Después de ver que Benjamín todavía está vivo, organiza una fiesta; en la que obviamente muestra favoritismo hacia Benjamín (43:34) para ver si los viejos patrones de celos aún estaban vigentes en ellos. Los hermanos no muestran ninguna señal de celos, pero José sabe lo astutos que pueden ser. A fin de cuentas, engañaron a todo un pueblo (34:13), y seguramente él se imagina que debieron haberle mentido a su propio padre acerca de su suerte (37:31-34). Por ende, define una prueba más importante. (Vers. 44.)
Lee Génesis 45:1 al 15. ¿Qué nos dice esto acerca de los sentimientos de José por sus hermanos y el perdón que les había dado? ¿Qué lecciones debemos aprender de esta historia para nuestra vida?