“¿Y no tendré yo piedad de Nínive, aquella gran ciudad donde hay más de ciento veinte mil personas que no saben discernir entre su mano derecha y su mano izquierda, y muchos animales?” (Jonás 4:11).

MISIÓN CUMPLIDA

martes 14 de septiembre, 2021

MISIÓN CUMPLIDA

En comparación con cualquier ciudad o pueblo de Israel, Nínive es una ciudad enorme. Es una “ciudad grande en extremo, de tres días de camino” (Jon. 3:3).

Lee Jonás 3:1 al 10. ¿Cuál es la respuesta de este lugar malvado? ¿Qué lecciones podemos aprender de esta historia, en nuestros esfuerzos para dar testimonio a los demás?

Mientras camina por la ciudad, Jonás proclama el mensaje de Dios: “De aquí a cuarenta días Nínive será destruida” (Jon. 3:4). El mensaje va directo al grano. Aunque no se brindan detalles, queda en claro que el mensaje llega a oídos receptivos, y la gente de Nínive (¡en forma colectiva!) cree en las palabras de advertencia de Jonás.

De una manera típica del Cercano Oriente, el rey de Nínive proclama un decreto para demostrar un cambio de corazón. Todos, incluso los animales, tienen que ayunar y afligirse (cómo se afligen los animales, el texto no lo dice). El rey desciende de su trono y se sienta sobre el polvo, un acto simbólico muy importante.

Lee Jonás 3:6 al 9. Compáralo con Jeremías 25:5; Ezequiel 14:6; y Apocalipsis 2:5. ¿Qué elementos abarca el discurso del rey, que muestran que él comprende de qué se trata el verdadero arrepentimiento?

El sermón fue breve, al grano, pero lleno de teología correcta con respecto al verdadero arrepentimiento. Mientras Jonás predicaba, el Espíritu Santo debió haber estado trabajando arduamente en el corazón de los ninivitas.

Los ninivitas no contaban con todas las historias de la tierna conducción de Dios que tuvieron los israelitas; sin embargo, le respondieron de manera positiva. Por cierto, dicen: “¡Confiemos en la misericordia de Dios, no en nuestros propios logros! Apoyémonos completamente en su bondad y su gracia”.

Aunque parezca extraño, Jonás, que ha experimentado personalmente la gracia de Dios, aparentemente piensa que la gracia de Dios es algo tan exclusivo que solo algunos pueden tener la oportunidad de descansar en ella.

¿Por qué el arrepentimiento es una parte tan esencial de la experiencia cristiana? ¿Qué significa verdaderamente arrepentirnos de nuestros pecados, especialmente los pecados que cometemos una y otra vez?