“No desecho la gracia de Dios; pues si por la ley fuese la justicia, entonces por demás murió Cristo” (Gál. 2:21).
LA LEY DEL CIELO
Dios es un Dios de amor, y el amor es el principio fundamental de su carácter y el fundamento de su gobierno. Y, como Dios quiere que le retribuyamos ese amor, nos ha creado como criaturas morales con libertad moral, la libertad inherente al amor.
Y la idea de libertad moral es fundamental para la Ley moral. Las partículas subatómicas, las olas del océano, los canguros, aunque hasta cierto punto siguen la ley natural, no siguen la Ley moral ni la necesitan. Solo los seres morales la siguen, por lo que incluso en el cielo Dios tiene una Ley moral para los ángeles.
Lee Ezequiel 28:15 y 16, que habla de la caída de Lucifer en el cielo. En él se halló “iniquidad”, y también “pecó”. ¿Qué revela el uso de estas palabras, en el contexto celestial, acerca de la existencia de la Ley moral en el cielo?
“Iniquidad” y “pecado” son palabras que se utilizan aquí entre los seres humanos. Pero la Escritura usa los mismos términos para lo que sucedió en el cielo, en otra parte de la misma Creación. Esto debería decirnos algo sobre lo que existe en el cielo, al igual que en la Tierra.
“¿Qué diremos, pues? ¿La ley es pecado? En ninguna manera. Pero yo no conocí el pecado sino por la ley; porque tampoco conociera la codicia, si la ley no dijera: No codiciarás” (Rom. 7:7). ¿Cómo podría existir la misma idea, al menos en principio, en el cielo, donde también existen seres morales, los ángeles?
Como explica Elena de White: “La voluntad de Dios se expresa en los preceptos de su sagrada Ley, y los principios de esa Ley son los principios del cielo. Para los ángeles del cielo, no existe un conocimiento superior que el conocer la voluntad de Dios, y el hacer esa voluntad es el servicio más elevado en que pueden ocupar sus facultades” (DMJ 102).
Cielo, Tierra, no importa: si Dios tiene seres morales, tendrá una Ley moral que los gobierne, y la violación de esa Ley, en el cielo o en la Tierra, es pecado.
¿Por qué la idea de una Ley moral es inseparable de la idea de seres morales? Sin esa Ley, ¿qué definiría qué es moral y qué no?