“Ahora bien, el punto principal de lo que venimos diciendo es que tenemos tal sumo sacerdote, el cual se sentó a la diestra del trono de la Majestad en los cielos” (Heb. 8:1).
JESÚS ES NUESTRO MEDIADOR
Un concepto interesante de la teología del Antiguo Testamento es que el Rey davídico prometido representaría a la nación ante Dios.
Compara Éxodo 4:22 y 23 con 2 Samuel 7:12 al 14; Deuteronomio 12:8 al 10 con 2 Samuel 7:9 al 11; y Deuteronomio 12:13 y 14 con Salmo 132:1 al 5 y 11 al 14. ¿Qué promesas a Israel se cumplirían a través del Rey davídico prometido?
Israel era el hijo de Dios, y Dios le daría un lugar donde descansar de sus enemigos. Dios también elegiría un lugar entre ellos donde habitaría su nombre. Estas promesas para Israel se transfirieron al Rey davídico prometido. Sería adoptado como hijo de Dios, Dios le daría descanso de sus enemigos y construiría un templo para Dios en Sion, donde moraría el nombre de Dios. Esto significa que Dios cumpliría sus promesas hechas a Israel a través del Rey davídico prometido. El Rey davídico representaría a Israel ante Dios.
La inserción de un representante en la relación entre Dios e Israel hizo posible la perpetuación de su relación de pacto. El pacto mosaico requería la fidelidad de todo Israel para recibir la protección y las bendiciones de Dios (ver Jos. 7:1–13). Sin embargo, el pacto davídico garantizaba las bendiciones del Pacto de Dios sobre Israel mediante la fidelidad de una persona, el Rey davídico.
Desgraciadamente, la mayor parte de los reyes davídicos no fueron fieles, y Dios no pudo bendecir a Israel como quería. El Antiguo Testamento está lleno de relatos de cuán infieles realmente fueron muchos de esos reyes.
Lo bueno es que Dios envió a su Hijo a nacer como el Hijo de David, y él fue perfectamente fiel. Por lo tanto, Dios puede cumplir en él todas las promesas que le hizo a su pueblo. Cuando Dios bendice al rey, todo su pueblo comparte los beneficios. Por eso Jesús es el Mediador de la bendición de Dios para nosotros. Él es el Mediador en el sentido de que es el canal a través del cual fluye la bendición de Dios. Nuestra máxima esperanza de salvación se encuentra solo en Jesús y en lo que él hizo por nosotros.
Piensa cuántas veces has sido infiel a tu parte del Pacto. ¿Qué nos enseña esto? ¿Cuánto debemos confiar solo en Jesús para la salvación?