“Si bien hicieres, ¿no serás enaltecido? Y si no hicieres bien, el pecado está a la puerta; con todo esto, a ti será su deseo, y tú te enseñorearás de él” (Gén. 4:7).
LA MALDAD DEL HOMBRE
Lee Génesis 4:17 al 24. ¿Cuál fue el legado de Caín? El crimen de Caín, ¿cómo abrió el camino para la creciente maldad de la humanidad?
El nieto de Caín, Lamec, se refiere al crimen de Caín en el contexto del suyo. Esta comparación entre el crimen de Caín y el crimen de Lamec es reveladora. Mientras que Caín guarda silencio sobre su único crimen registrado, Lamec parece estar jactándose del suyo, y lo expresa en un canto (Gén. 4:23, 24). Si bien Caín pide la misericordia de Dios, no se registra que Lamec la pidiera. Mientras que Caín es vengado siete veces por Dios, Lamec cree que será vengado setenta veces siete (ver Gén. 4:24), un indicio de que él es muy consciente de su culpa.
Además, Caín es monógamo (Gén. 4:17); Lamec introduce la poligamia, porque la Escritura dice específicamente que “tomó para sí dos mujeres” (Gén. 4:19). Esta intensificación y exaltación del mal definitivamente afectará a las próximas generaciones de cainitas.
Inmediatamente después de este episodio de maldad en la familia cainita, el texto bíblico registra un nuevo acontecimiento que contrarresta la tendencia cainita. “Conoció de nuevo Adán a su mujer” (Gén. 4:25), y el resultado fue el nacimiento de Set, nombre que le pone Eva para indicar que Dios había sustituido “otro hijo” en lugar de Abel.
Por cierto, la historia del nombre Set precede a Abel. El nombre Set deriva del verbo hebreo ‘ashit, “pondré” (Gén. 3:15), que da comienzo a la profecía mesiánica. La simiente mesiánica se transmitirá en el linaje setita. Posteriormente, el texto bíblico da el registro del linaje mesiánico que comienza con Set (Gén. 5:3), e incluye a Enoc (Gén. 5:24), Matusalén, y termina con Noé (Gén. 6:8).
La frase “hijos de Dios” (Gén. 6:2) se refiere al linaje de Set, porque están destinados a preservar la imagen de Dios (Gén. 5:1, 4). Por otro lado, la identificación “las hijas de los hombres” (Gén. 6:2) parece tener una connotación negativa, ya que se contrasta la descendencia de quienes son conforme a la imagen de Dios con quienes son conforme a la imagen de los hombres. Y es bajo la influencia de estas “hijas de los hombres” que los hijos de Dios “tomaron para sí mujeres, escogiendo entre todas” (Gén. 6:2), lo que indica la dirección equivocada que estaba tomando la humanidad.
Lee Génesis 6:1 al 5. ¡Qué testimonio tan poderoso de la corrupción del pecado! ¿Por qué debemos hacer todo lo posible, con la ayuda de Dios, para erradicar el pecado de nuestra vida?