“Por tanto, nosotros todos, mirando a cara descubierta como en un espejo la gloria del Señor, somos transformados de gloria en gloria en la misma imagen, como por el Espíritu del Señor” (2 Cor. 3:18).

EL CARÁCTER Y LA COMUNIDAD

jueves 21 de julio, 2022

Una canción dice así: “Soy una roca, soy una isla”. ¿Alguna vez te sentiste así: querer estar solo? Hasta quizás escuchaste gente que dice: “Bueno, mi caminar con Dios es una cuestión personal. No es algo de lo que quiera hablar”.

Lee Efesios 4:11 al 16. ¿Qué destaca Pablo aquí? ¿Qué papel otorga a la comunidad?

Cuando Pablo escribe a los efesios, caracteriza a la iglesia como un cuerpo. Jesús es la cabeza y su pueblo constituye el resto. Si observas Efesios 4:13, notarás que el propósito final de vivir en esa comunidad es experimentar “la medida de la estatura de la plenitud de Cristo”. ¡Y para eso nos necesitamos unos a otros!

Sin duda, es posible ser cristiano en soledad. De hecho, a veces es inevitable estar solo, al igual que muchos a lo largo de los siglos que fueron ridiculizados o perseguidos. Es un poderoso testimonio del poder de Dios que los hombres y las mujeres no cedan bajo las presiones que los rodean. Sin embargo, si bien esto es cierto, Pablo quiere enfatizar una verdad esencial: en última instancia, experimentamos y revelamos la plenitud de Cristo cuando trabajamos juntos en comunión unos con otros.

En Efesios 4:11 al 16, ¿qué dice Pablo que debe suceder antes de que la plenitud de Cristo se pueda revelar en nuestra comunidad cristiana?

¿En qué se diferencia el testimonio de una comunidad que revela la plenitud de Cristo del de una persona que revela la plenitud de Cristo? ¿Qué implicaciones tiene esto en el contexto del Gran Conflicto? Ver Efesios 3:10.

Es fácil ser agradable cuando estás solo o con extraños, pero es mucho más difícil ser amable con los que conoces muy bien o que no te agradan. Esto significa que cuando todavía mostramos gracia y bondad por estas personas damos un testimonio irresistible de la verdad acerca de Dios.