“Con todo eso, Jehová quiso quebrantarlo, sujetándole a padecimiento. Cuando haya puesto su vida en expiación por el pecado, verá linaje, vivirá por largos días, y la voluntad de Jehová será en su mano prosperada” (Isa. 53:10).

SOBREVIVIR MEDIANTE LA ADORACIÓN

martes 26 de julio, 2022

Lee Job 1:6 a 2:10. ¿Qué causó el sufrimiento de Job?

Hay algo asombroso aquí. Los ángeles vienen a ver a Dios y Satanás viene con ellos. Dios pregunta a Satanás de dónde viene, y Satanás responde que viene “de rodear la tierra y de andar por ella” (Job 1:7). Entonces, Dios plantea este interrogante: “¿No has considerado a mi siervo Job?” (Job 1:8). La pregunta en sí no es relevante; lo notable es Quién pregunta. No es Satanás quien señala a Job como susceptible de examen; es Dios. Dios llama la atención de Satanás hacia Job sabiendo exactamente lo que vendría. Aquí abajo, en la Tierra, Job no tiene ni idea de que su crisol se pondrá tan candente. Y, aunque está muy claro que es Satanás, no Dios, quien causa el sufrimiento de Job, también está claro que es Dios quien concede su permiso explícito para que Satanás destruya las posesiones de Job, a sus hijos y su salud física. Si Dios permite que Job sufra, ¿qué diferencia hay si es Dios o Satanás quien inflige el sufrimiento personalmente? ¿Cómo puede Dios ser justo y santo cuando permite activamente que Satanás le cause tanto dolor a Job? ¿Es esta situación un caso especial o es propio de la forma en que Dios todavía nos trata hoy?

En Job 1:20 y 21, ¿cómo responde Job a las pruebas?

Es posible responder de dos formas a ese sufrimiento. Podemos amargarnos, enojarnos y darle la espalda a un Dios que creemos que es cruel o inexistente, o podemos aferrarnos a Dios con más fuerza. Job afronta su catástrofe permaneciendo en la presencia de Dios y adorándolo.

En Job 1:20 y 21, vemos tres aspectos de la adoración que nos pueden ayudar cuando estamos angustiados. En primer lugar, Job acepta su impotencia y reconoce que no tiene derecho a nada: “Desnudo salí del vientre de mi madre, y desnudo volveré allá” (Job 1:21). En segundo lugar, Job reconoce que Dios todavía tiene el control total: “Jehová dio, y Jehová quitó” (Job 1:21). En tercer lugar, Job concluye reafirmando su fe en la justicia de Dios: “Sea el nombre de Jehová bendito” (Job 1:21).

¿Estás pasando por una prueba? Sigue los pasos que dio Job. ¿Cómo podrían ayudarte a ti también?