“Mas el fruto del Espíritu es [...] paciencia” (Gál. 5:22).
APRENDAMOS A DELEITARNOS EN JEHOVÁ
“Deléitate asimismo en Jehová, y él te concederá las peticiones de tu corazón” (Sal. 37:4).
Salmos 37:4 es una promesa maravillosa. Imagina que consigues lo que siempre quisiste. Pero hacer realidad los deseos de nuestro corazón dependerá de tener un corazón que se deleite en Jehová. Entonces, ¿qué significa deleitarse en Jehová?
Lee Salmos 37:1 al 11. El contexto de Salmos 37:4 tal vez sorprenda un poco. David señala que está rodeado de gente que obra en contra de Dios y de él. Cuando la gente obra contra nosotros, la respuesta natural suele ser enojarnos o intentar justificarnos. Pero David aconseja algo diferente.
En los siguientes versículos, ¿cuál es el consejo de David al pueblo de Dios en esta situación? Sal. 37:1 Sal. 37:5 Sal. 37:7 Sal. 37:8
Vuelve a leer Salmos 37:4. En el contexto de los versículos que acabas de comentar, ¿qué significa deleitarse en Jehová?
David repite vez tras vez, de diferentes maneras: “Confía en Dios”. Confía en que él actuará. No te enojes, porque Dios es tu Dios y está obrando en tu favor ahora mismo. No tienes que encargarte de arreglar las cosas por tu cuenta; tu Padre celestial se encargará. Confía en él. Confía totalmente en él.
Es en este contexto que David habla de deleitarse en Jehová. Deleitarse en Dios significa que vivimos en un estado de perfecta confianza. Nada puede alterar nuestra paz, porque Dios está aquí y actúa. Podemos alabarlo, y hasta podemos sonreír, ¡porque nadie puede burlar a nuestro Dios! Cuando aprendamos a hacer esto, realmente recibiremos lo que nuestro corazón anhela, porque recibiremos lo que nuestro Padre amoroso quiere darnos, en el momento que más nos beneficie a nosotros y a su Reino.
¿Cómo puedes aprender a deleitarte en Jehová? Dedica tiempo a orar y a buscar la conducción de Dios para que esto pueda convertirse en una realidad en tu vida.