“Mas el fruto del Espíritu es [...] paciencia” (Gál. 5:22).

DAVID: UNA LECCIÓN OBJETIVA SOBRE LA ESPERA

martes 6 de septiembre, 2022

En 1 Samuel 16:1 al 13, vemos que Samuel unge al joven David como rey. Sin embargo, hubo un largo viaje desde los campos de su padre, Isaí, hasta el trono de Jerusalén. Sin duda, en ocasiones sintió que estaba en medio de un crisol.

Primeramente, al muchacho lo llaman a hacer música para calmar el espíritu atribulado de Saúl (1 Sam. 16). Más adelante, se convierte en el héroe de Israel cuando mata a Goliat (1 Sam. 17). Luego, por muchos años David huye por su vida. Tanto Saúl como su hijo Jonatán saben que David está destinado a ser el próximo rey (1 Sam. 23:17; 24:20). Pero David no hace nada para adelantarse en el destino que Dios le señaló. A decir verdad, parece hacer todo lo contrario. Incluso cuando Saúl buscaba matarlo y David solamente cortó un trozo del manto del rey, se arrepintió de haber hecho eso (1 Sam. 24:5-7). En otra oportunidad, cuando Saúl procura matar a David, David se niega a matar a Saúl cuando surge la oportunidad (1 Sam. 26:7-11).

Lee 1 Samuel 26:1 al 11. ¿Por qué David se niega a matar a Saúl? ¿Qué principios nos enseña esto sobre la forma en que Dios lleva a cabo sus planes para nuestra vida?

Ahora Lee 1 Samuel 26:12 al 25. La negativa de David a matar a Saúl ¿qué impacto causa en Saúl? ¿Qué nos enseña esto sobre las ventajas de esperar en Dios?

Al analizar todo el trayecto de David hasta el trono, quizá podríamos resumirlo en una frase corta: No eches mano de lo que Dios aún no te dio. Los dones de Dios siempre se reciben mejor de su mano y a su tiempo. Esto puede requerir mucho tiempo de espera. Los brotes de soja pueden crecer literalmente en cuestión de horas, mientras que un roble tardará muchos años. Pero después, cuando lleguen los vientos fuertes, no arrancarán el árbol de raíz.

Piensa con qué facilidad David podría haberse justificado de matar a Saúl (después de todo, a David se le dijo que tendría el trono, y además Saúl era sumamente malvado). Sin embargo, sus acciones hablan de la verdadera fe en Dios. ¿Qué podrías extraer de este ejemplo para aplicarlo a lo que estás esperando?