“De cierto, de cierto os digo, que si el grano de trigo no cae en la tierra y muere, queda solo; pero si muere, lleva mucho fruto” (Juan 12:24).
PARA ESTUDIAR Y MEDITAR:
Lee Elena de White, Patriarcas y profetas, “Elí y sus hijos”, pp. 621-628; y “La presunción de Saúl”, pp. 669-678.
La sumisión a la voluntad de Dios se da cuando morimos a nuestros deseos y ambiciones. Esto abre el camino para un verdadero servicio a los demás. No podemos vivir para Dios sin transformarnos en un sacrificio vivo y vivir constantemente dispuestos a escuchar la voz de Dios. Para que verdaderamente podamos someter nuestra voluntad a la voluntad de nuestro Padre, debemos reconocer los peligros de confiar en nosotros mismos y en los sustitutos de la palabra y el poder de Dios. Como la sumisión a la voluntad de Dios es la base de una vida semejante a la de Cristo, Dios puede permitir que los crisoles nos enseñen a depender de él.
“La negligencia de Elí se presenta claramente delante de cada padre y madre de la Tierra. Como resultado de su afecto no santificado o de su falta de disposición para realizar un deber desagradable, recogió una cosecha de iniquidad en sus hijos perversos. Tanto el padre que permitió la impiedad como los hijos que la practicaron fueron culpables delante de Dios, y el Altísimo no aceptaba ni sacrificios ni ofrendas por sus transgresiones” (CN 259).
PREGUNTAS PARA DIALOGAR:
- En la clase, hablen de la increíble condescendencia del Hijo de Dios al venir a la Tierra como ser humano para morir por nuestros pecados. ¿Qué nos dice esto a cada uno de nosotros sobre lo que significa el sacrificio y la abnegación por el bien de los demás? Aunque por supuesto no podemos hacer nada que se equipare con lo que hizo Jesús, el principio está allí y siempre deberíamos tenerlo presente. ¿Cómo podemos, en nuestra propia esfera, emular el tipo de sumisión y abnegación que Jesús nos mostró en la Cruz?
- Para muchos, someterse a Dios sin saber qué sucederá luego puede ser algo aterrador. ¿Qué consejo darían a alguien que confía en sí mismo en vez de confiar en Dios? ¿Qué le dirían para ayudarlo a disipar sus miedos por desconocer el futuro o no poder controlarlo?
- Como clase, dediquen tiempo a orar por los conocidos que tienen dificultades para someterse a la voluntad de Dios, para que puedan ver que confiar en la voluntad de Dios es el único camino hacia una paz duradera. Al mismo tiempo, ¿qué cosas prácticas pueden hacer por estas personas para ayudarlas a ver que pueden entregarse a Dios y que este es el mejor camino? En otras palabras, ¿cómo puede utilizarlos Dios para ayudar a otros a conocer su amor y su disposición a proveerles lo que necesitan?