"¡Cómo caíste del cielo, oh Lucero, hijo de la mañana! Cortado fuiste por tierra, tú que debilitabas a las naciones" (Isa. 14:12).

REBELIÓN EN UN UNIVERSO PERFECTO

sábado 24 de septiembre, 2022

LEE PARA EL ESTUDIO DE ESTA SEMANA: l Juan 4:8, 16; 47-16; Ezequiel 28:12-19; Isaías 14:12-15; Apocalipsis 12.

Muchos pensadores han intentado explicar el origen del mal. Algunos sugieren que el mal siempre ha existido porque, a su modo de ver, el bien únicamente puede apreciarse en contraste con el mal. Otros creen que el mundo fue creado perfecto, pero de alguna manera surgió el mal. Por ejemplo, en la mitología griega, el mal empezó cuando la curiosa Pandara abrió una caja sellada de la que salieron todos los males del mundo. En cambio, la Biblia enseña que nuestro Dios amante es todopoderoso (1 Crón. 29:10, 11) y perfecto (Mat. 5:48). Todo lo que hace debe ser igualmente perfecto (Deut. 32:4), incluyendo la creación de nuestro mundo. Entonces, ¿cómo pudieron surgir el mal y el pecado en un mundo perfecto? Según Génesis 3, la caída de Adán y de Eva introdujo el pecado, la maldad y la muerte.

Pero, esa respuesta plantea otro problema. Aun antes de la Caída, el mal ya existía, como lo manifestó la "serpiente" que engañó a Eva (Gén. 3:1-5). Por lo tanto, necesitamos remontarnos incluso hasta antes de la Caída para dar con la fuente y los orígenes del mal, que tanto domina nuestra existencia actual y que a veces puede hacer que sea sumamente miserable.