“Le dijo Jesús: Yo soy la resurrección y la vida; el que cree en mí, aunque esté muerto, vivirá. Y todo aquel que vive y cree en mí, no morirá eternamente. ¿Crees esto?” (Juan 11:25, 26).
LÁZARO
Lee Juan 11:1 al 44. ¿En qué sentido Jesús fue “glorificado” por la enfermedad y la muerte de Lázaro (Juan 11:4)?
También aquí Jesús utiliza la metáfora del sueño al hablar de la muerte. “Nuestro amigo Lázaro duerme; mas voy para despertarlo” (Juan 11:11). Aunque algunos pensaron que se refería al sueño literal (Juan 11:11-13), Jesús enunció claramente lo que quiso decir: “Lázaro ha muerto” (Juan 11:12-14). En realidad, cuando Jesús llegó a Betania, ya hacía cuatro días que Lázaro había muerto; su cadáver ya estaba en descomposición (Juan 11:17, 39). Cuando un cuerpo comienza a descomponerse al punto de heder, no cabe duda: la persona está muerta.
En este contexto, cuando Jesús dijo a Marta: “Tu hermano resucitará” (Juan 11:23), ella reafirmó su fe en la resurrección final. Pero Jesús declaró: “Yo soy la resurrección y la vida; el que cree en mí, aunque esté muerto, vivirá. Y todo aquel que vive y cree en mí, no morirá eternamente. ¿Crees esto?” (Juan 11:23-26). Y Jesús agregó: “Si crees, verás la gloria de Dios” (Juan 11:40). Marta creyó, y vio la gloria de Dios en la resurrección de su hermano.
La Biblia dice que la palabra de Dios creó la vida (Sal. 33:6), y su palabra puede recrear la vida, como en el caso de Lázaro. Después de una breve oración, Jesús ordenó: “¡Lázaro, ven fuera!” (Juan 11:43). Inmediatamente, estas personas presenciaron el poder vivificante de Dios, el mismo poder que llamó a nuestro mundo a la existencia, y el mismo poder que al final de los tiempos devolverá la vida a los muertos en la resurrección final.
Al resucitar a Lázaro, Jesús demostró que tenía el poder de vencer la muerte. Y para seres como nosotros, que inevitablemente morimos, ¿qué mayor manifestación de la gloria de Dios podría haber?
Lee Juan 11:25 y 26. En un renglón, Jesús habla de los creyentes que mueren, y en el siguiente dice que los creyentes nunca morirán. ¿Qué nos está enseñando Jesús aquí, y por qué es tan importante entender que la muerte es un sueño inconsciente, para comprender las palabras de Cristo? Y ¿por qué sus palabras nos ofrecen tanta esperanza, como seres destinados a la tumba?