“Y el que estaba sentado en el trono dijo: He aquí, yo hago nuevas todas las cosas. Y me dijo: Escribe; porque estas palabras son fieles y verdaderas” (Apoc. 21:5).

PARA ESTUDIAR Y MEDITAR:

viernes 30 de diciembre, 2022

Lee Elena de White, El conflicto de los siglos, “El fin del conflicto”, pp. 643-658; La segunda venida y el cielo, “La Tierra renovada”, pp. 207-226; “La escuela celestial”, pp. 227-248; “El día se acerca”, pp. 249-260; “El cielo puede comenzar ahora”, pp. 261-276; “La música del cielo” pp. 277-288; “Llamados a estar allí”, pp. 289-299.

“La Cruz de Cristo será la ciencia y el canto de los redimidos durante toda la Eternidad. En el Cristo glorificado contemplarán al Cristo crucificado. Nunca olvidarán que el Ser cuyo poder creó los innumerables mundos y los sostiene a través de la inmensidad del espacio –el Amado de Dios, la Majestad del cielo, a quien los querubines y los serafines resplandecientes se deleitan en adorar– se humilló para levantar al hombre caído; [nunca olvidarán] que llevó la culpa y la vergüenza del pecado, y sintió el ocultamiento del rostro de su Padre, hasta que la maldición de un mundo perdido quebrantó su corazón y le arrancó la vida en la Cruz del Calvario. Que el Hacedor de todos los mundos, el Árbitro de todos los destinos, dejase su gloria y se humillase por amor al hombre despertará eternamente la admiración y la adoración del Universo” (CS 632-633).

“El Gran Conflicto ha terminado. Ya no hay más pecado ni pecadores. Todo el Universo está limpio. Una misma pulsación de armonía y júbilo late a través de la vasta Creación. Del Ser que todo lo creó manan vida, luz y contentamiento por toda la extensión del espacio infinito. Desde el átomo más imperceptible hasta el mundo más grande, todas las cosas, animadas e inanimadas, declaran, en su belleza sin mácula y en gozo perfecto, que Dios es amor” (CS 657).

PREGUNTAS PARA DIALOGAR:

  1. Muchos cristianos secularizados viven como si este mundo fuera a durar para siempre (Luc. 12:16–21). ¿Cómo podemos equilibrar nuestros ideales terrenales con nuestras prioridades celestiales? ¿Cómo podemos protegernos de lo que Jesús nos advirtió en Lucas 12?
  2. Si el cielo comienza aquí, ¿qué debemos hacer para transformar nuestro hogar y nuestra vida personal en pequeñas expresiones de los principios celestiales?
  3. Medita sobre la pregunta planteada al final de la lección del domingo. ¿Cuál es la lógica detrás del pesimismo de quienes no creen en la vida eterna? Al mismo tiempo, también, algunas de estas personas parecen llevar una vida bastante “feliz”, aunque no expresen ninguna esperanza futura. ¿Cómo crees que lo logran? Es decir, ¿cómo pueden vivir hasta con cierta satisfacción sin haber abrazado la promesa de algo más allá de esta vida?